Antony ya es una realidad. Tras llegar como una promesa al Ajax en verano de 2020, tuvo una primera temporada para llamar la atención y en esta segunda ha explotado definitivamente. Entre medias, una medalla de oro en Tokyo.
Esta semana han salido dos rumores de traspaso. El primero, asegurando que Ten Hag se lo quiere llevar allá a donde vaya, presuponiendo que el técnico fichará por el Manchester United. El segundo, informando de que el PSG ha preguntado por el brasileño. Según ha podido saber AS, y aunque su entorno se muestra reacio a dar nombres, está escuchando ofertas de los clubes más grandes de Europa incluyendo llamadas españolas.
Sus cifras no son ninguna barbaridad (12 goles y 10 asistencias), pero sí sus sensaciones. La pieza discordante en un frente de ataque demasiado plano en muchas ocasiones. La eliminatoria contra el Benfica fue una buena muestra de ello. Mientras que Berghuis y Tadic son los que crean la ocasión para los demás, Antony se la crea para sí mismo. De hecho, recientemente recibió críticas dada su insistencia a repetir siempre la misma jugada, recorriendo la frontal para buscar el disparo al palo más lejano. Sus motivos tiene, no son pocos los goles que ha hecho de tal forma. Pero no llegó así el gol del clásico del pasado día 20, cuando marcó el 3-2 definitivo frente al Feyenoord en el minuto 86.
Este parón de selecciones le ha hecho dar el siguiente paso, quizá el definitivo para demostrar que está para competir en las grandes ligas. Con Martinelli, Rodrygo y otros mediapuntas que tenía en su convocatoria, Tite le ha elegido en los dos partidos como titular en la banda derecha. Frente a Chile no solo robó el balón y asistió a Vinicius en el segundo gol, sino que también provocó el penalti del tercero.
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