La caótica experiencia andaluza para la creación una alianza de izquierdas ya trae consecuencias de repercusión nacional.

La crisis de la izquierda en Andalucía se traslada a toda España.

Si el lunes fue Yolanda Díaz quien se borró de este proyecto tras constatar el fiasco de Podemos en el registro electoral y la batalla intestina de los morados con Izquierda Unida, ahora es Más Madrid quien rechaza exportar este modelo a su autonomía de cara a las próximas elecciones regionales, que se celebran en un año.

En las filas de Podemos y el resto de partidos que integran el conglomerado andaluz son conscientes del daño que este arranque accidentado de la coalición está suponiendo para sus expectativas electorales. Pero ya va más allá del 19-J y amaga con perjudicar la andadura del frente amplio de Yolanda Díaz, quien se ha desentendido diametralmente de la confluencia Por Andalucía.

Ayer fue la líder de la oposición madrileña, Mónica García, la que rehusó inspirarse en el pacto andaluz de cara al próximo paso por las urnas: “No tengo ni la más mínima intención de reproducir nada de lo que está ocurriendo allí”. Lo hizo tan tajantemente como un día atrás se pronunció la vicepresidenta segunda, que opinó que su futura plataforma no tiene “nada que ver” con lo que está gestándose en el sur, a pesar de que respaldó presencialmente hace apenas cuatro días a la que será la candidata del espacio, Inmaculada Nieto, contra el criterio de la formación morada.

Pero no sólo se ha disipado el caso madrileño. En la Comunidad Valenciana, este lunes Íñigo Errejón aglutinó en Valencia a Compromís y otras formaciones de izquierda, al margen de Podemos y de Díaz. Pese a que el deseo de esta confluencia es seguir sumando apoyos, el encuentro de este lunes fue entendido como un pulso a la vicepresidenta segunda del Gobierno ante la falta de concreción respecto a su plan político.

Un suspense que irrita a Podemos, que sigue considerando que Andalucía es el «primer paso» de la andadura de la vicepresidenta, aunque las formas de sentar las bases de esta coalición no han gustado en el aparato morado. De hecho, Pablo Iglesias, que fue quien designó personalmente a Yolanda Díaz como sucesora y líder del espacio a la izquierda del PSOE, se ha mostrado «dolido» con el conflicto existente en Andalucía y ha opinado que el que debería ser el primer capítulo de la hoja de ruta de Díaz ha arrancado “de la peor manera posible”.

Unas declaraciones que desde el espacio morado se evita valorar y que la propia Inmaculada Nieto despejó ayer al considerar que ni el proyecto ni la ciudadanía andaluza necesita este tipo de “ruido”. De hecho, los partidos involucrados en este pacto descartaron ayer presentar un nuevo recurso ante la Junta Electoral al considerar que esta vía está “agotada”, según admitieron fuentes del espacio.

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