El origen de su nombre está en la sustancia sintética 2cb, que en inglés se pronuncia ‘tusibi’, y fue creada por el científico Alexander Shulgin en los 70. Antes se importaban desde Países Bajos, pero las autoridades nacionales han descubierto que ya se produce en España, tras encontrar recientemente hasta tres laboratorios.
Este estupefaciente, que cuesta alrededor de 100 euros el gramo, está compuesto por varias sustancias psicoestimulantes, como LSD y una proporción del MDMA o éxtasis. La combinación de ambas sustancias causa efectos alucinógenos y sensación de euforia.
A día de hoy son múltiples las variantes de su elaboración, por lo que resulta complicado determinar qué elementos la componen. Por tanto, en función de las concentraciones de todos los elementos, el tusi provocará diferentes efectos. Así, las cantidades de MDMA afectan a las sensaciones emocionales, al disparar una sensación de euforia y empatía hacia los demás, generando un fuerte afecto corporal.
Por su parte, la concentración de LSD tendrá relación con el efecto alucinógeno de la droga.
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