De nuevacuenta se encienden las luces de “alerta” en el Palacio de Buckingham, ya que Isabel II no asistirá a la reunión de Braemar, que se celebra este fin de semana. La noticia se produce horas después de que suspendiera otro acto: la Reina de Inglaterra tampoco viajará a Londres el próximo martes para recibir al sucesor de Boris Johnson, rompiendo así con una tradición histórica.
Ambas ausencias disparan las alertas por el estado de salud de la monarca, que tiene 96 años.
La reunión de Braemar es uno de los eventos más famosos del circuito de Highland Games, una serie de eventos que celebran las culturas escocesas y celtas. El encuentro tiene lugar todos los años el primer sábado de septiembre y atrae a gente de todo el mundo. Isabell II es la patrona de los Juegos de Braemar y cada año acude a ese pequeño pueblo de Escocia junto a otros miembros de la casa real británica.
La decisión de no acudir al evento “se tomó teniendo en cuenta la comodidad de la monarca”. El príncipe Carlos, heredero al trono, asistirá según lo planeado.
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