Carlos III es el rey de Gran Bretaña e Irlanda del Norte desde el momento en el que murió su madre, Isabel II. Este sábado, en el londinense palacio de Saint James, se ha celebrado el Consejo de Ascensión, que ha certificado oficialmente el ascenso al trono del nuevo monarca.
En la tradicional ceremonia, el rey ha homenajeado el “ejemplo de vida de servicio social” y la “inigualable dedicación” de su madre. “Consciente de esta gran herencia y de los deberes y responsabilidades” que implica ostentar la corona, ha afirmado que se esforzará “en seguir su ejemplo inspirador para mantener el gobierno constitucional”.
Tras estas palabras ha realizado el juramento para mantener la seguridad de la Iglesia en Escocia. La reina consorte Camila, el príncipe de Gales y la primera ministra, Liz Truss, entre otros, han firmado la proclamación.
La ceremonia ha sido dirigida por Penny Mordaunt, líder de la Cámara de los Comunes y presidenta de este consejo tradicional que data de 1707 y que, formado por más de 700 personalidades de la política, la Iglesia y la judicatura —no todos presentes—, se encarga de esta ceremonia.
El nuevo rey, después, recibirá a varias personalidades, entre ellas al arzobispo de Canterbury, primado de la iglesia anglicana, y la primera ministra, Liz Truss, en el palacio de Buckingham.
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