La apertura del año judicial en España ha estado marcada por la persistente parálisis en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un asunto de “enorme gravedad” denunciado por el presidente en funciones del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán.
En su discurso, Marín Castán advirtió sobre la amenaza para las democracias debido al debilitamiento de las instituciones y llamó a la cooperación leal entre los actores políticos, haciendo referencia a la falta de acuerdo entre el PP y el PSOE para renovar el CGPJ.
El presidente del Tribunal Supremo lamentó el “desolador” estado del órgano judicial, con más del 30% de sus efectivos vacantes, y destacó que los problemas han empeorado desde el discurso de su predecesor, Carlos Lesmes.
Marín Castán cuestionó la normalidad democrática de España en un contexto en el que el mandato del CGPJ lleva casi cinco años expirado y las plazas vacantes en el Tribunal Supremo ascienden a 22, afectando a ciudadanos, empresas y entidades públicas y privadas.
La situación se agravó aún más con la jubilación de un magistrado de la Sala Quinta, lo que resultó en 23 vacantes. Marín Castán instó a superar la incapacidad para alcanzar acuerdos necesarios y resolver esta crisis institucional que afecta al sistema judicial español.
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