La Policía Nacional se encuentra en alerta ante la llegada de más vuelos procedentes de Marruecos con inmigrantes ilegales al aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez.
La situación de “insalubridad” en el aeropuerto ha sido denunciada, destacando la multiplicación de suciedad y chinches, tanto en las instalaciones como en la garita de servicio policial.
La distribución de los inmigrantes en diferentes salas mientras solicitan protección internacional ha generado hacinamiento, especialmente en la sala 4, donde unas 150 personas conviven en condiciones precarias.
Además, la fuga de 17 marroquíes inadmitidos, a través de una ventana no sellada durante cuatro días, ha dejado en evidencia las deficiencias de seguridad.
La Policía permanece en alerta ante la previsión de nuevos vuelos, como el reciente Royal Air Morocco, que traería más solicitantes de asilo.
A pesar de los intentos de distribución y traslado a Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), se espera que la situación persista.
La falta de medidas adecuadas, como la tardía reparación de la ventana por donde se fugaron los inmigrantes, agrava la problemática en el principal aeropuerto español, evidenciando la necesidad de una respuesta eficiente para abordar el fenómeno de la inmigración irregular.
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