El Govern de Cataluña ha anunciado la declaración de emergencia por sequía en el sistema Ter-Llobregat, que abastece a más de 200 municipios, incluyendo Barcelona, su área metropolitana y Girona.
La medida, que entrará en vigor este viernes, afectará a seis millones de personas.
La decisión se tomó tras una reunión extraordinaria de la Comisión Interdepartamental de la Sequía, en la que el presidente Pere Aragonès destacó la gravedad de la situación, señalando que no se enfrentaban a una sequía tan prolongada en los últimos 40 meses.
A pesar de la crítica situación, Aragonès agradeció el esfuerzo de la ciudadanía en el ahorro de agua y anunció que están intensificando relaciones con el Gobierno y Europa para superar la crisis.
El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, lamentó que es la primera vez que los embalses bajan de los 100 hm3 e informó sobre inversiones adicionales de 70 millones para mejorar la red de distribución del agua.
Ante las preocupantes previsiones meteorológicas, se está evaluando la posibilidad de entrar en fases más restrictivas de emergencia en el futuro próximo.
En cuanto a soluciones, el conseller Mascort descartó el trasvase del Ebro y destacó la preferencia por invertir en desalinizadoras y sistemas sostenibles.
La fase de emergencia implica reducciones drásticas en el consumo de agua, con la asignación inicial de 200 litros por persona y día para todos los usos, y medidas adicionales para la agricultura, ganadería e industria en fases posteriores.
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