La lucha contra la inestabilidad política y la crisis migratoria en el Sahel ha llevado a la Unión Europea y al Gobierno español a cerrar acuerdos históricos con Mauritania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, han anunciado una inversión conjunta de más de 500 millones de euros durante su visita a Nuakchot.
Este acuerdo tiene como objetivo convertir a Mauritania en un aliado estratégico en la región, que se ha convertido en un epicentro mundial del terrorismo y el origen de la mayoría de los cayucos que llegan a Canarias.
La ayuda financiera se enfocará en fortalecer la seguridad, combatir la inmigración irregular y promover el desarrollo económico y social del país.
Además, se destacan los esfuerzos para impulsar proyectos de energías renovables, como el hidrógeno verde, con el fin de crear empleo y prosperidad tanto en Mauritania como en la Unión Europea.
Estas iniciativas no solo buscan abordar la crisis actual, sino también establecer un marco de cooperación a largo plazo para gestionar los flujos migratorios y promover la estabilidad en la región del Sahel.
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