El rey Felipe VI ha defendido la lengua española como la vía para “reforzar” las capacidades futuras de Iberoamérica ante la “creciente complejidad” del mundo y ha hecho un llamamiento a proyectar “nuestra voz sobre un panorama global incierto”. En sus palabras, el español debe servir para alcanzar acuerdos diplomáticos en el mundo y procurar el consenso: “Nuestra lengua ha de servir para buscar la paz“.
Así se ha pronunciado don Felipe este miércoles en el décimo Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebra entre el 14 y el 17 de octubre en la localidad peruana de Arequipa: “Este es un lugar idóneo para acelerar la lengua española”, ha resaltado durante su intervención. En su discurso de la ceremonia inaugural, el monarca ha añadido que el castellano es el núcleo de una “hispanidad que perdura en el tiempo“.
“Esta reunión es también un ejemplo de comunidad de valores, una conversación en torno a lo que nos une, no a lo que nos separa“, ha matizado el monarca, en contraste con un contexto internacional en el que se oye hablar de “competencia, rivalidad, desconexión, resurgimiento de bloques, de intereses y no de cooperación”.
El rey defiende el mestizaje de las lenguas
Por otra parte, el rey ha defendido la unión de las lenguas en el marco de un “mundo mestizo” basado en la interculturalidad: “Vivimos en un mundo mestizo; ninguna lengua nació para ser barrera ni muro“, ha sostenido. En este sentido, ha asegurado que el español no “sería lo que es sin el contacto enriquecedor con otras lenguas”, entre las que ha destacado los idiomas originarios de América.
También ha apelado a la necesidad de un lenguaje “claro” y “sencillo” para garantizar la participación y el diálogo de la comunidad lingüística: “La práctica y difusión del lenguaje claro contribuirán a revertir la desafección de los ciudadanos hacia la causa pública”.
X Congreso Internacional de la Lengua Española
El décimo Congreso Internacional de la Lengua Española lleva el lema “Grandes desafíos de la lengua española: mestizaje e interculturalidad, lenguaje claro y accesible, culturas digitales e inteligencia artificial”, resumiendo los tres ejes de este foro, que busca reflexionar sobre la situación actual del español y los retos y problemas a los que se enfrenta.
Estos congresos se realizan cada tres años desde 1977 y son organizados por el Instituto Cervantes, la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española, junto con el país anfitrión de cada edición.
Después de la ceremonia inaugural, el rey acudirá a un almuerzo ofrecido a autoridades en el Convento de Santa Catalina de Siena, y por la tarde participará en la sesión plenaria de homenaje a Mario Vargas Llosa.
Visita de la Casa Museo Vargas Llosa
Felipe VI aterrizó en el aeropuerto internacional Alfredo Rodríguez Ballón de Arequipa el martes por la tarde hora española, donde fue recibido con honores por el secretario general de la cancillería peruana, Eric Anderson, y el ministro de Cultura español Ernest Urtasun. Además, viajó acompañado por la secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Susana Sumelzo.
La primera parada del monarca fue la Casa Museo Vargas Llosa, un centro cultural que preserva la memoria y el legado de la obra del Premio Nobel peruano. Durante la visita, estuvo acompañado por la hija del escritor, Morgana Vargas Llosa, y por el director de la Casa Museo y primo del difunto, Luis Llosa.
El rey tuvo la oportunidad de recorrer las diferentes salas del museo, que cuenta con vídeos interactivos, proyecciones y objetos que pertenecieron al autor. También pudo ver las primeras ediciones de los libros que pertenecieron a Vargas Llosa. Este hogar reconvertido en museo fue la casa donde el autor peruano vivió el primer año de su vida, que ahora ha reabierto sus puertas al público para mostrar la vida y obra del más distinguido de sus habitantes.
Precisamente, un holograma del escritor en tamaño real da la bienvenida al público al museo, junto a una pared repleta de fotografías de los antepasados del escritor. Después de vivir allí, el joven Vargas Llosa se trasladó a Cochabamba, en Bolivia.