El rey emérito Juan Carlos I ha aterrizado este miércoles en Vigo en un contexto de revuelo provocado por la publicación de sus memorias en Francia. Sin embargo, a diferencia de otras veces, el emérito no ha puesto rumbo a casa del regatista Pedro Campos.
En su primer día en España, Don Juan Carlos I ha acudido a un conocido restaurante donde ha estado al menos tres horas junto a conocidos que no se han querido perder su llegada. A su salida, acompañado de sus hombres de confianza, ha saludado a los reporteros y les ha confesado que tiene “muchas ganas” de volver a vivir en España, un sentimiento que ha reflejado en sus memorias Reconciliación.
El emérito ha viajado hasta Galicia para disfrutar de la vela, una de sus grandes pasiones. Se aloja en Sanxenxo (Pontevedra), donde está previsto que este fin de semana compita en las regatas a bordo del ‘Bribon’ en el Desafío Barceló, última prueba de la Liga Nacional de 6 metros, de la que es el vigente campeón.
Una visita que coincide con la publicación de Reconciliación
El nombre del emérito vuelve a estar en todos los medios de comunicación nacionales debido al escándalo que han provocado algunos fragmentos de sus memorias en las que ha hablado de su hijo, de la reina Letizia, de su mujer e incluso de Corinna Larsen.
En este título, ya publicado en Francia, Don Juan Carlos I reflexiona en 500 páginas sobre su llegada a España, su papel durante el 23-F y asuntos sobre sus relaciones familiares y su vida privada, hasta llegar a su abdicación.





