Los docentes de Infantil en España son los más formados de la OCDE

España es el país de la OCDE con el personal de Educación Infantil más cualificado, teniendo prácticamente todos al menos un título universitario. Una excelencia formativa que contrasta con otro dato: los profesores están más estresados y pasan menos tiempo con los niños que el resto de países. La causa principal es la carga burocrática, una de las grandes asignaturas pendientes en los centros educativos del país, según advierte el informe, TALIS Educación Infantil 2024publicado este martes por la OCDE. 

La investigación, en la que ha participado España por primera vez —con 498 centros que imparten la segunda etapa de Infantil—, hace una radiografía de un total de 15 países, analizando sus condiciones laborales, la organización de los centros, el nivel de estrés de los docentes o la calidad educativa en la etapa de 3 a 6 años. Se trata, en definitiva, de un análisis de las fortalezas y debilidades de cada país.

En el caso español, por ejemplo, la gran fortaleza es una plantilla de profesionales muy formada; frente a debilidades como las condiciones laborales, el estrés o la sobrecarga administrativa. Según las respuestas proporcionadas por los miembros de los equipos educativos encuestados, el 99% del personal cuenta con estudios universitarios finalizados, frente al 69% de Dinamarca o al 68% de Alemania. Concretamente, el 100% de los docentes españoles de Infantil y el 71% de los auxiliares tienen al menos un grado universitario. Entre los equipos directivos, el nivel también es elevado: 60% posee un grado y 40% un máster o doctorado.

En la otra cara de la moneda está el tiempo que pasan con sus alumnos. España es, junto a Colombia, el país del estudio que menos horas pasa con los niños de Infantil: 25 horas semanales de “contacto directo” con los estudiantes, en una jornada que es de 32,5 horas. En otras palabras, solo dedican el 77% de su tiempo al aula. Unos índices que se sitúan lejos de otros países como Flandes (que pasa 37,1 horas con los niños); Dinamarca (34,7); Japón (32); Finlandia (31,1); o Portugal (29,5%).

La OCDE identifica varias causas que explicarían por qué los profesores españoles no le dedican más tiempo al aula. En primer lugar, está la planificación: el personal dedica un 33% de su tiempo (23% individual y 10% en equipo) a preparar actividades, siendo este uno de los porcentajes más altos de entre los países analizados. De hecho, el informe indica que muchas veces esa planificación se hace cuando están con los niños, lo que también reduce la calidad del contacto directo.Además, los docentes pierden mucho tiempo en tareas administrativas y documentando el desarrollo de los niños, una carga burocrática que no solo afecta al tiempo que pasan con sus alumnos, sino también a su bienestar: es, junto con las reformas educativas y la falta de personal, una de sus fuentes principales de estrés.

“El trabajo administrativo, el exceso de tareas que deben realizarse al mismo tiempo y el exceso de trabajo relacionado con la documentación del desarrollo de los niños contribuyen a que el personal presente altos porcentajes de estrés laboral”, subraya el estudio, que evidencia que el 45% del personal de Educación Infantil afirma sufrir estrés en su trabajo.  

Aun así, los docentes muestran una valoración “muy positiva” de su profesión y un alto nivel de satisfacción laboral. Más del 96% dice sentirse valorado por las familias y el 99% por los niños, aunque dicen que el reconocimiento es menor por parte de la sociedad (45%). Asimismo, un 97% refiere estar satisfecho con su trabajo y nueve de cada diez asegura que volvería a ejercer en esta etapa educativa. La mayoría está contento con el centro educativo en el que trabaja, aunque hay un 17% al que sí que le gustaría cambiar de colegio. En esa línea, los docentes de Infantil en España son de los que menos intención de dejar la profesión muestran. Aquellos que sí se lo plantean es, sobre todo, para cambiarse a niveles educativos superiores (34%) como Primaria, un deseo que se concentra sobre todo entre los profesionales más jóvenes. Hay también razones externas para abandonar su puesto, como trabajar fuera del sector (10%) o atender responsabilidades familiares (27%).

El 45% pide más formación

En general, todos los países han manifestado la necesidad de recibir un mayor apoyo para abordar la diversidad en las aulas. En España, dos de cada diez profesionales de Infantil aseguran tener “altas necesidades de desarrollo profesional” para trabajar con niños cuyo idioma familiar no es el español y otro 45% dice necesitar más formación para atender a niños con necesidades educativas especiales. Solo el 21% del personal afirma que recibió algún tipo de formación para atender a niños de origen migrante; un porcentaje que se eleva al 61% en lo que respecta a la atención a niños que hablan en casa en otro idioma. 

Es, además, en los centros públicos donde se atiende a un mayor número de alumnado diverso o vulnerable: el 43% tiene más del 10% de niños migrantes; frente al 29% de los privados.

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