Banco de España mejora la previsión de crecimiento de la economía este año y el que viene

La economía española vuelve a dar señales optimistas, al menos en el terreno macroeconómico. El Banco de España ha mejorado en tres y cuatro décimas la previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) este año y el próximo. Así, su último informe, publicado este martes, eleva la proyección de 2025 hasta el 2,9%, y la de 2026 hasta el 2,2%.

La institución justifica esta “significativa” revisión al alza —que avanzó el gobernador José Luis Escrivá en una entrevista en TVE— por los últimos datos de contabilidad nacional del Instituto Nacional de Estadística, que reflejan una actividad más intensa de lo previsto, así como por la “fortaleza del consumo privado”, es decir, el mayor gasto de hogares y empresas. El sector exterior ha superado también las expectativas, sobre todo, en el apartado de exportaciones de servicios que no son turismo.

Esta mejora se extiende a todo el horizonte de proyección, es decir, que afecta también al 2027, cuando el Banco de España espera que el PIB crezca el 1,9%, dos décimas más de lo calculado en otoño.

Eleva la inflación al 2,7% este año, antes de moderarse

Con los cambios en la actividad, se producen también alzas en las tasas de inflación esperada. El supervisor español anticipa que los precios se habrán elevado una media del 2,7% en 2025, siete décimas por encima del objetivo marcado por el Banco Central Europeo (BCE). Según su último informe, el encarecimiento de bienes y servicios se moderará luego y se producirá a un ritmo del 2,1% en 2026 y el 1,9% en 2027. Estas cifras suponen aumentos de dos y cuatro décimas este año y el próximo, tanto en la tasa general como la subyacente.

A pesar del desvío del dato español respecto al tutor que marca el BCE, Escrivá aseguró en TVE que no existen razones de momento para mover “en ninguna dirección” los tipos de interés, que se mantienen en el 2% desde junio. Y es que el Eurosistema prevé una tasa de inflación general para el conjunto de la zona euro del 2,1%, 1,9% y 1,8% para 2025, 2026 y 2027, tras una revisión más ligera que la del caso español.

Asimismo, el gobernador extendió el horizonte de estabilidad a la inflación subyacente —la que excluye la energía y los alimentos no elaborados por la volatilidad de sus precios— y el informe del Banco de España conocido este martes sitúa esa tasa en el 2,6% este año, el 2,4% el próximo y 2,1% el siguiente.

Los incrementos en el cálculo de la tasa general son el resultado de incorporar los datos de los anteriores trimestres —con tasas más elevadas de lo esperado—, pero también la “evolución de la negociación colectiva” y los datos macroeconómicos antes reseñados. En cambio, la inflación prevista en 2027 es inferior en cinco décimas a lo estimado antes, debido a que se esperan unos precios más bajos en la energía por el retraso de la entrada en vigor del nuevo sistema de derechos de emisión de la Unión Europea.

Se ralentiza la creación de empleo y la caída del paro

El Banco de España anticipa que el empleo crecerá a un ritmo más lento en los próximos años y, por lo tanto, se ralentizará la bajada del paro, que llegará al 9,6% ya en 2027. La proyección en la tasa de desempleo tiene en cuenta la desaceleración en la creación de puestos de trabajo, pero también un aumento de la población activa por el retraso de la edad de jubilación y la entrada de inmigrantes.

En concreto, el informe espera un aumento de las personas ocupadas del 2,7% en 2025, del 2% en 2026 y del 1,4% en 2027, tasas por debajo del crecimiento del PIB por el estancamiento de la productividad en España.

Repunte del déficit en 2027

Por otro lado, la senda esperada de déficit de las Administraciones Públicas baja ligeramente al 2,1% en 2026, después del 2,5% de este año, según el Banco de España, que anticipa un repunte al 2,5% en 2027 tras revisar esta tasa al alza por el incremento de los salarios públicos.

De hecho, el informe señala el acuerdo plurianual alcanzado entre Gobierno y algunos sindicatos de los empleados públicos como la “novedad más relevante” en política presupuestaria.

Con todo, concluye que la evolución de los ingresos —crecientes, sobre todo por los impuestos— y los gastos públicos hasta septiembre es “coherente con el cumplimiento del objetivo de déficit del Gobierno” para este año.

Las fuentes de incertidumbre: de los salarios a la volatilidad de las tecnológicas

Y a pesar del mensaje de “estabilidad” reiterado por Escrivá, el informe advierte de riesgos “al alza” respecto a la inflación. “En particular, la incertidumbre vinculada a la evolución de los salarios y los márgenes empresariales podría materializarse en un escenario alternativo caracterizado por una mayor inflación y un menor crecimiento del PIB”, señala el documento.

También menciona que una respuesta “más intensa” de la oferta de vivienda empujaría al alza la inflación aunque, en ese caso, sí beneficiaría al PIB. En otro escenario, una evolución menos favorable de las exportaciones —especialmente por los servicios no turísticos— podría ralentizar la actividad.

Con todo, la geopolítica sigue siendo la principal preocupación en los índices de incertidumbre. En este sentido, el Banco de España reconoce que los acuerdos comerciales reducen en el nerviosismo por la guerra arancelaria lanzada por Donald Trump, pero también advierte que el pacto alcanzado entre Estados Unidos y China es “provisional” y no se puede descartar un nuevo giro que golpee a la economía global. Paralelamente, la resolución de conflictos como la invasión de Ucrania y la masacre en Gaza aliviarían parte de las tensiones, según el informe.

Merecen un apartado los “episodios recientes de volatilidad financiera” asociados a las empresas tecnológicas y, particularmente, las de inteligencia artificial. Para el supervisor español, esas correcciones puntuales evidencian el riesgo que supondría una sacudida “abrupta” en la valoración de los activos más arriesgados.

Finalmente, el Banco de España valora las mejoras en la calificación crediticia de España e Italia, así como de la situación política de Francia, “tras la suspensión de la reforma del sistema de pensiones”, lo que ha favorecido las opciones de financiación en los mercados de los Estados del área del euro.

Atención a los salarios

Este último informe de proyecciones macroeconómicas del Banco de España subraya en diferentes apartados la evolución de los salarios y los efectos que puede tener un alza generalizada.

“Una dinámica salarial más elevada o márgenes empresariales superiores e incapaces de absorber el efecto de los aumentos salariales con aumentos de la productividad podrían comprometer la desaceleración de la inflación proyectada en el escenario central”, advierte el texto relativo a los riesgos, después de apuntar que los próximos aumentos salariales negociados por los sindicatos hasta octubre se mantienen en el 3,5%, por encima del acuerdo de la negociación colectiva, que fijó la referencia en el 3%.

En cambio, en otro punto vincula también el aumento de las rentas laborales —por el empleo y los salarios— con el incremento del consumo privado que ha permitido la expansión de la actividad.

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