El 35% de los universitarios trabaja por debajo de su nivel formativo

España se enfrenta a un desafío educativo y laboral cada vez más preocupante. Según el último informe de Educación de la Comisión Europa, nuestro país produce un elevado número de titulados universitarios que el mercado laboral no puede absorber. Esto lleva, señala el estudio, a que el 35% de los graduados desempeña funciones por debajo de su nivel formativo, la mayor tasa de sobrecualificación de la Unión Europea (21,9% de media).

El diagnóstico europeo subraya un patrón que ha empeorado la situación. Mientras las áreas de humanidades, estudios sociales y artes presentan una baja empleabilidad, las especializaciones científico-tecnológicas y digitales no logran atraer a suficiente alumnado. “Persiste la escasez de mano de obra en el sector digital, donde las ofertas de empleo por trabajador superan la media en un 212%, lo que pone de relieve una brecha cada vez mayor entre la oferta y la demanda de competencias”, destaca el informe.

Algo que también destaca un estudio de la Fundación CYD: mientras la Informática alcanza una tasa de afiliación media a la Seguridad Social del 86,9%, Negocios, Administración y Derecho registran solo un 71,2%, y Ciencias Sociales y Periodismo un 70,4%.

Solo se cumplen 3 de los 7 objetivos de la UE

En consecuencia, el informe revela que España solo cumple tres de los siete objetivos educativos de la UE. Entre los suspensos destacan competencias digitales, matemáticas, lectura y ciencias. “Demasiados alumnos no demuestran un nivel suficiente de alfabetización informática y de gestión de la información para desenvolverse en el mundo digital”, advierte la CE. Y es que, el 44% de los estudiantes, actualmente, trabaja bajo competencias digitales, casi tres veces más que el límite tolerado para 2030 (15%).

En matemáticaslectura ciencias, la situación es igualmente preocupante: el 27% de los adolescentes no alcanza el nivel mínimo en Matemáticas, el 24% en Lectura y el 21% en Ciencias. Entre las causas identificadas se encuentran la pandemia de COVID-19 y las “distracciones digitales”, ya que un 32% de los estudiantes europeos admite interrupciones frecuentes en clase, y el uso no educativo de dispositivos digitales podría ser “el principal factor detrás de la caída mundial de los resultados de PISA desde 2009”, según la OCDE.

Además, la Comisión recuerda que “entre 2018 y 2022 ha habido un considerable descenso de la participación de los padres en la vida escolar en muchos países”, afectando especialmente a alumnos en desventaja.

Por otro lado, “solo el 16,3% de los estudiantes de entornos desfavorecidos alcanza un buen nivel de rendimiento, superando el mínimo en lectura, matemáticas o ciencias, frente al 20,7% en 2018 y al 21,1% en 2015”, lo que refleja una desigualdad en el acceso a recursos, competencias digitales y acompañamiento familiar

No todo es malo: la otra cara de la moneda

Pese a las carencias, España muestra avances en la escolarización infantil (97%), superando la media europea (96%). Por otro lado, el 90,8% de los titulados en Formación Profesional han realizado aprendizaje basado en el trabajo, muy por encima de los demás países de la unión. (65,2%).

En cuanto a STEM, aunque las tasas de empleo de los graduados son altas, la matrícula no crece: solo el 26,9% de los estudiantes universitarios opta por estas áreas, mientras que en FP el porcentaje es del 36,3%. Sin embargo, la brecha de género persiste, especialmente en doctorados de TIC, donde solo el 24,3% son mujeres.

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