En una jornada marcada por la sorpresa y la indignación, vecinos y activistas se congregaron en Madrid Río y el parque de Comillas para protestar contra la tala de árboles iniciada por la Comunidad de Madrid para la expansión de la línea 11 del Metro.
La ‘arboleda histórica’ de Madrid Río y el emblemático Paseo de Yeserías 41 fueron los primeros afectados, generando una respuesta inmediata de la comunidad.
Los residentes expresaron su malestar ante la falta de previo aviso sobre el inicio de las obras y denunciaron la aparente indiferencia de las autoridades locales ante las preocupaciones medioambientales.
Algunos manifestantes, incluso, se ataron a los árboles marcados para la tala en un intento desesperado de detener la acción.
La protesta también evidenció tensiones entre los residentes y los operarios, mientras las sierras y grúas continuaban su labor.
Los manifestantes argumentaron que la medida va en contra de las directrices medioambientales, señalando la posible imposición de sanciones por parte de la Unión Europea.
Las críticas se dirigieron tanto al Gobierno regional como al Ayuntamiento, acusándolos de ignorar las voces ciudadanas.
La jornada concluyó con enfrentamientos simbólicos entre manifestantes y operarios, resaltando la creciente preocupación por la conservación del entorno natural en la capital.