El sector de la energía eólica marina en España aguarda con expectación el despegue prometido por el Gobierno en 2024.
A pesar de avances en 2023, como la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, la falta de concreción sobre subastas y requisitos para las compañías eléctricas genera preocupación.
La Asociación de Empresas Eólicas advierte que, sin acciones rápidas, será difícil alcanzar la meta de 3.000 MW de potencia instalada para 2030, planteada en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
El año pasado marcó un hito con la inclusión de la eólica marina en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, del Ministerio de Transición Ecológica.
Sin embargo, la falta de una subasta inmediata y la indefinición sobre la implementación en diferentes regiones generan incertidumbre en un sector que busca contribuir significativamente a la producción eléctrica renovable en España.
La ambición de la Asociación de Empresas Eólicas choca con la necesidad de definiciones rápidas por parte del Gobierno, que aún no ha concretado sus planes para el despliegue de la eólica marina.
El 2024 se vislumbra como un año crucial para la eólica marina en España, pero la urgencia de subastas y clarificaciones sobre la implementación en diversas regiones se convierten en desafíos cruciales para el sector.
La velocidad de las acciones gubernamentales determinará el futuro de esta fuente de energía renovable en la búsqueda de cumplir con los objetivos de sostenibilidad para 2030.