La princesa Leonor ha recibido este lunes la Medalla de Oro de Galicia, la máxima distinción de esta comunidad autónoma. La heredera al trono ha calificado esta como una “tierra de acogida” y que “fue de emigrantes”, y ha asegurado en gallego que, el tiempo que ha pasado allí como parte de su formación, se ha sentido “una gallega más”.
Leonor ha sido recibida en la plaza del Obradoiro por las autoridades, encabezadas por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, al son de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense, que interpretó el Himno del Antiguo Reino de Galicia.
Tras saludar a los integrantes del Gobierno gallego, también en la plaza, se ha dirigido al interior del pazo de Raxoi, sede institucional de la Xunta, donde ha recibido la medalla y ha hecho una breve intervención.
Leonor ha recordado a “todos los gallegos que tuvieron que dejar su casa para buscar una vida mejor” y cómo en América todavía llaman “gallegos” a muchos españoles que allí emigraron: “Su huella allí es profunda y fértil”.
“En Galicia, se alcanzaba el antiguo ‘finis terrae’ y, desde sus costas, los gallegos abrazaban los confines de la tierra. Hoy, con su milenaria historia y su alma compostelana, reciben y acogen en peregrinación a personas de todo el mundo”.
En gallego, ha dicho que “hoy Galicia es tierra de acogida“. “Y puedo dar fe, porque me sentí como una gallega más. Mi vida en la Ría de Pontevedra ha sido intensa y exigente pero pude disfrutar del buen ambiente en cada lugar que pisé y de la comida”.
Así, la princesa ha recordado los meses que ha pasado en Marín (Pontevedra), así como el tiempo embarcada en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano y en la fragata Blas de Lezo y ha tenido un guiño hacia los 75 guardiamarinas con los que comparte promoción.
En su discurso, la princesa ha agradecido que Galicia le dedique una distinción que lleva grabada la inscripción “a los buenos y generosos”, versos del himno gallego, ya que así es como ella considera que es la mejor forma de describir a los gallegos.
“Nos queda muy poco para separarnos, pero no voy a tener morriña alguna porque a Galicia quiero volver siempre. O como escuché al entrar en la ría de Ferrol, aquí está mi hogar, donde se acaba el mar”, ha concluido.