Agricultores franceses han revivido escenas del pasado al atacar camiones españoles cargados de productos como tomates, vino y cava en la frontera entre Francia y España.
Estos incidentes, evocativos de las protestas de los años 80, surgieron como resultado de la creciente indignación de los viticultores franceses, quienes culpan al vino español por contribuir a la crisis que asola su sector debido a las malas cosechas y la inflación.
Unos 500 viticultores bloquearon una autopista que conecta Francia y España por Girona, asaltando camiones y arrojando su carga sobre la carretera.
La acción provocó la intervención de las autoridades españolas y francesas, quienes, tras intensas negociaciones, lograron reabrir el paso fronterizo y normalizar la situación.
Mientras tanto, las organizaciones agrarias en España expresaron su indignación y pidieron medidas para garantizar la seguridad de los conductores y la libre circulación de mercancías.
Los agricultores franceses exigen medidas concretas de apoyo del gobierno francés, incluyendo mejoras en sus cotizaciones sociales y préstamos estatales, para hacer frente a la crisis económica que enfrenta el sector.
Además, amenazan con intensificar las protestas si no obtienen respuestas satisfactorias.
Estos eventos han generado preocupaciones sobre la estabilidad en el comercio entre los dos países y han planteado preguntas sobre la libre circulación de bienes dentro de la Unión Europea, resaltando la complejidad de los desafíos que enfrenta la economía agrícola en la región.
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