El cambio climático está dejando una huella significativa en las carreteras españolas, según la Asociación Española de Carretera (AEC).
Un estudio del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) revela que, hasta 800 kilómetros de la red nacional de carreteras, aproximadamente el 3%, son considerados vulnerables debido a fenómenos climáticos extremos.
La criticidad se intensifica cerca de grandes ciudades y se proyecta aumentar en las zonas costeras en las próximas décadas.
El informe destaca que eventos como lluvias torrenciales, olas de calor y nevadas afectan no solo a la red convencional de carreteras, sino también a autovías y autopistas.
Los impactos más significativos incluyen deslizamientos de laderas, erosión de taludes y dificultades para drenar agua durante lluvias intensas.
La AEC insta a medidas como mejorar la información sobre condiciones climáticas y la planificación de vías alternativas de emergencia.
A medida que la Cumbre del Clima en Dubái aborda la adaptación a los estragos del cambio climático, la AEC resalta la importancia de evaluar la vulnerabilidad de toda la red de carreteras y considerar la adaptación al cambio climático en la planificación, abogando por la incorporación del concepto de “redundancia” para garantizar vías alternativas en caso de afectaciones climáticas.