Ante la inminente declaración de emergencia por la sequía en Cataluña, el Puerto de Barcelona ha anunciado un acuerdo con las compañías de cruceros que operan en la ciudad.
Según el comunicado oficial, se ha impulsado la medida para limitar el suministro de agua a los barcos solo en casos de extrema necesidad y cuando no haya alternativas viables.
Aunque los cruceros representan solo el 0,09% del consumo de agua en la ciudad, la iniciativa busca una autorregulación para reducir consumos y apela a la sensibilidad de las compañías para enfrentar la crisis hídrica.
El presidente del Puerto, Lluís Salvadó, destaca que la mayoría de las embarcaciones son autosuficientes, ya que cuentan con potabilizadoras a bordo.
La medida, respaldada por la comunidad portuaria, busca contribuir a la conservación del recurso hídrico en una fase crítica para Cataluña.
A pesar de la obligación legal de proporcionar agua a los barcos que lo soliciten, el Puerto de Barcelona busca una gestión responsable en línea con la situación ambiental actual.
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