La Cruz Roja ha suspendido sus operaciones en las salas de asilo del aeropuerto de Barajas debido a la desorganización y a las condiciones inhumanas en las que se encuentran cientos de migrantes que han llegado en las últimas semanas.
La saturación extrema, la presencia de chinches y cucarachas, así como la sobreocupación, han llevado a la ONG a retirarse temporalmente “hasta que se den las condiciones mínimas”.
El Ministerio del Interior ha manifestado su respeto, aunque no comparte la decisión.
Con el inicio del año, la llegada de migrantes a Barajas ha experimentado un aumento significativo, destacando la presencia de 188 menores solicitantes de asilo en las primeras semanas de 2024.
La práctica de comprar billetes con destino a Latinoamérica y hacer escala en Madrid, aprovechando la ausencia de visados de tránsito, ha colapsado las salas de asilo, generando una situación límite denunciada por sindicatos policiales.
Cruz Roja, encargada de la atención psicosocial, destaca que la sobreocupación dificulta su labor fundamental de acompañamiento en el proceso para solicitar protección internacional.
Ante la retirada de Cruz Roja, los agentes en Barajas expresan incertidumbre y alertan sobre la falta de suministros esenciales para los migrantes, incluyendo pañales para bebés y compresas para mujeres.
Aunque el Ministerio del Interior ha reforzado efectivos y habilitado nuevos despachos, la situación de desbordamiento persiste, dejando a los agentes en espera de indicaciones para afrontar la crisis humanitaria en el aeropuerto.