El 35% de los españoles, uno de cada tres, guarda más ahorros en su domicilio que antes del apagón, según datos del V Barómetro sobre la necesidad de permanencia del dinero en efectivo. Este indicador ha sido elaborado por GAD3, consultora de investigación social y comunicación, y Denaria, una organización por la defensa del efectivo.
El 47% de los jóvenes españoles entre 18 y 29 años tiene más efectivo en casa desde el apagón del 28 de abril de 2025. Este porcentaje se sitúa en el 42% entre la población de 30 a 44 años. En el caso de los adultos entre 45 y 59, el porcentaje se encuentra en el 30%. En el caso de las personas de 60 o más años, el porcentaje se desploma al 26%. En datos generales, el 35% de los españoles, alrededor de uno de cada tres, guarda más ahorros en su domicilio que antes del apagón eléctrico.
El presidente de GAD3, Narciso Michavila, ha presentado las principales cifras del barómetro en un acto organizado este lunes en Madrid. El presidente ha explicado que el aumento de las reservas de dinero en efectivo entre las personas mayores no es tan significativo porque ya contaban con él en su día a día.
Michavila también ha especificado que la encuesta fue realizada a unas 1.000 personas a finales de septiembre. Debido a esto, no está “muy contaminada” por el apagón. De esta forma, con meses de distancia de este suceso, ha destacado que ocho de cada diez entrevistados siguieron considerando que el efectivo es “necesario”. Además, un 79% cree que es un bien público y el 59% cree que su uso se ha dificultado en el último año.
Complicaciones en el uso del efectivo
Los ciudadanos han identificado como principales obstáculos el cierre de oficinas bancarias y cajeros, según el 52% de los encuestados; la negativa de algunas administraciones públicas a aceptar pagos en efectivo, el 39%; y las comisiones aplicadas por su uso, el 43%. También se percibe de manera negativa el límite de 1.000 euros para pagos en efectivo, según un 32%, y la imposibilidad de pagar el alquiler en metálico, medida impuesta por la nueva Ley de Vivienda, según el 31%.
Según Denaria, estos resultados reflejan que los españoles siguen utilizando y valorando el dinero físico, a pesar de que “el entorno operativo para acceder y usarlo se está restringiendo progresivamente”. De esta forma, la asociación considera que el problema no es la falta de uso o de interés, “sino el deterioro de las condiciones que permiten su disponibilidad”.
En este sentido, la encuesta ha revelado que tan solo el 43% de los españoles sabe que todos los establecimientos y negocios tienen la obligación de aceptar pagos en metálico, una cifra que ha caído 30 puntos desde 2022. Este desconocimiento es “aún mayor” entre las personas mayores de 65 años, un 38% y las rentas más bajas, el 30%. Estos son los colectivos “más dependientes del dinero físico”.
La plataforma también añade que “estos datos muestran que la defensa del efectivo pasa no solo por garantizar su existencia legal, sino también por preservar su accesibilidad real y cotidiana”.
Buena parte de los españoles defienden el uso del efectivo
La encuesta también recoge que el 93% de los ciudadanos defiende que se garantice la posibilidad de pagar en efectivo. El 88% de los que usan principalmente tarjeta reconocen la utilidad del metálico en situaciones de emergencia. Ocho de cada diez ciudadanos también consideran que el efectivo fomenta la autonomía financiera en escenarios de crisis y su uso debería fomentarse como medida de resiliencia.
El 15% de la población sitúa al efectivo como el segundo recurso más importante en una situación de crisis, después del agua y los alimentos básicos, prioritarios para el 60%. El metálico se sitúa por encima de otros recursos como los medicamentos, un 11%, y energía e iluminación, un 6%.
Además, el 74% de las personas consideran que el efectivo es importante en su día a día, alcanzando el nivel más alto desde 2021. Su uso diario es crucial entre las rentas bajas y las generaciones de mayor edad. El 52% de los españoles con ingresos inferiores a 1.200 euros usan el efectivo como principal método de pago. Entre las rentas altas predomina la tarjeta. Las personas con discapacidad y con estudios primarios afirman que se sienten más cómodas usando el efectivo.
El 74% de los ciudadanos valora que el metálico garantiza la privacidad y la seguridad frente a los fraudes o los ciberataques. También se percibe como el más democrático entre un 75% de las personas y el 54% considera que ayuda a controlar los gastos.
Desconfianza hacia el euro digital
Tanto Denaria como GAD3 señalan que la desconfianza hacia la pérdida de privacidad debido al uso de métodos de pagos digitales “se mantiene elevada”. El 82% teme filtraciones personales al pagar digitalmente, el 77% está preocupado de que se conozca su saldo, el 72% su localización y el 62% sus hábitos de compra.
Según Michavila, la mayor amenaza proviene de los ciberdelincuentes que usan la Inteligencia Artificial para estafar, y explotan la “inmediatez” los métodos de pago digital.
En cuanto al euro digital, el 56% no ha oído hablar de él, frente al 47% que sí. La encuesta señala que el 80% considera que aumentará el control del Gobierno sobre los pagos. La mitad lo percibe como un complemento del efectivo. El 54% prevé que no será tan anónimo como el efectivo y el 30% cree que habrá un límite de tenencia, estimando el umbral en 3.000 euros.
Desde Denaria no entienden que puede aportar el euro digital a un sistema de pagos ya altamente digitalizado y que las dudas sobre el proyecto han retrasado su entrada en funcionamiento hasta el año 2027.





