“Lo respetamos y cerramos este capítulo”. El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha asumido este viernes el fracaso de la oferta pública de adquisición (opa) lanzada sobre el Banco Sabadell y reconocido que no era el resultado deseado por la entidad. Pese a ello, el directivo ha rechazado dimitir, ya que su continuidad al frente del grupo vasco “no dependía del resultado de este proceso” y ha dicho que se siente “plenamente respaldado” por el Consejo de Administración y por la Junta de accionistas.
En una rueda de prensa telemática junto al consejero delegado de la entidad, Onur Genç, Torres ha defendido su gestión y la de un “equipo fantástico”, a pesar de que solo han aceptado la oferta los titulares del 25,33% de las acciones de la entidad catalana, lo que supone estar por debajo del umbral mínimo del 50% e incluso del 30% que le daba la posibilidad de lanzar una segunda oferta en efectivo. “Es una oportunidad perdida para todos”, ha lamentado.
Según ha explicado, todas las decisiones han sido tomadas por el Consejo de Administración en pleno, incluida la de presentar la oferta: “Nuestra labor es intentar aquellas cosas que tienen sentido”, ha reivindicado Torres, para después insistir en que la oferta planteada para hacerse con el control del Banco Sabadell era “la mejor posible” y “objetivamente atractiva”, como en su opinión han reconocido “muchos accionistas relevantes de Sabadell”, a los que ha agradecido “sinceramente su apoyo y confianza”.
Tras la mejora del 10% planteada en el mes de septiembre, el canje pasó de 5,5483 acciones del Sabadell por cada una de BBVA y 70 céntimos en efectivo, a ser una acción de BBVA por cada 4,8376 de Sabadell. Pero no ha sido suficiente para convencer a los accionistas de la entidad catalana.
“La operación hubiera sido fantástica para los accionistas, los dos bancos, para Cataluña y para España, pero si no ha podido ser eso no es una razón para dimitir“, ha señalado el directivo, convencido de que se les tiene que juzgar “con los resultados”, esto es, por el desempeño con los accionistas y el servicio que ofrecen a sus nuestros clientes.
Lamenta que el proceso se haya dilatado 17 meses
Entre los motivos detrás del fracaso de la operación, el presidente del BBVA no ha querido entrar en detalle, aunque sí ha mencionado que ha sido “un proceso mucho más largo de lo previsto” (la opa se presentó hace 17 meses), la posibilidad de una segunda oferta y que el Consejo de Administración del Banco Sabadell recomendó a sus accionistas no acudir hasta en dos ocasiones.
Este último punto, según Torres, puede haber influido en los accionistas minoritarios (solo aceptó la opa el 2,8%) y en los fondos pasivos, que “replican la evolución de algunos índices, pues estiman que han acudido con porcentajes muy bajos”. “Seguro que ha habido muchas cosas que han influido, pero ya da un poco igual“, ha subrayado. Eso sí, ha celebrado que más del 50% de los accionistas del Sabadell que tenían sus acciones depositadas en el BBVA han aceptado la oferta.
Preguntado por la influencia que haya podido tener el precio de la oferta en el resultado, Torres ha insistido en que el banco puso sobre la mesa “el mejor precio posible”. “Tiempo habrá para pensar en aprendizajes, hemos hecho lo que consideramos correcto, con el foco siempre en creación de valor (…) pero teniendo en cuenta también que todo tiene sus límites, no se trataba de hacer la operación a cualquier precio“.
Pide mejoras en la ley de opas
Una vez fracasada la opa, los canjes realizados quedan sin efecto y los gastos ocasionados por la aceptación correrán a cargo del BBVA. No obstante, aún queda sobre la mesa el recurso que BBVA presentó ante el Tribunal Supremo en el mes de julio por las condiciones impuestas por el Gobierno a la fusión. Preguntado por este asunto, Torres ha señalado que es “pronto” para tomar una decisión y que “analizarán” si lo retiran o continúan adelante.
En cualquier caso, ha señalado que la actual ley de opas “necesita un refresco” porque “se ha comprobado que determinados artículos no son suficientemente claros y están sujetos a interpretaciones y tienen ambigüedades”. Además, ha reclamado que se revise cómo controlar el comportamiento de los fondos índice o indexados (que replican el comportamiento de un índice bursátil concreto) con el fin de “tener mejor información de cómo van las aceptaciones”.
Esto necesariamente no implica que volverán a intentar en el futuro otra opa sobre el Banco Sabadell, algo que ha descartado porque a su juicio “ya no tendría sentido”. En su opinión, es el momento de “mirar hacia delante”, con “confianza y optimismo”, apoyándose en el plan estratégico presentado este viernes en el que contempla una recompra de acciones pendiente de aproximadamente 1.000 millones de euros y el reparto de un dividendo a cuenta de 0,32 euros por acción, lo que suma aproximadamente 1.800 millones de euros.
La comunicación de la CNMV fue difundida este jueves cuando la bolsa española ya estaba cerrada. Este viernes, las acciones de BBVA se disparaban más del 10% en los primeros compases de la sesión del IBEX 35, mientras que las de Sabadell se hundían más del 6%.
Precisamente la entidad catalana ha querido agradecer el respaldo de sus accionistas y ha insistido en que ambos bancos “generan más valor” por separado que juntos.