El señalamiento de Pedro Sánchez a los “jueces que hacen política” ha encendido a toda la carrera judicial en la antesala al acto de apertura del año judicial. Aunque en los últimos meses la relación entre el Poder Ejecutivo y Judicial se ha deteriorado hasta el extremo con acusaciones como “fachas con toga” o “prevaricadores”, las palabras que pronunció el presidente del Gobierno este lunes han terminado por romper todos los puentes entre los dos poderes. Desde el Tribunal Supremo apuntan que pretende impulsar una “justicia sanchista”, mientras que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) trabaja ya en una reacción institucional.
Fuentes del alto tribunal consultadas por LA RAZÓN explican que lo verdaderamente grave no son tanto las duras acusaciones que soportan de Moncloa, como la nula reacción que generan. “Lo grave no es lo que pasa, sino que no pase nada. Es un síntoma de gravedad institucional de primer orden“, indican. Según precisan, el presidente del Gobierno está siguiendo la senda marcada por países como Venezuela o Bolivia, donde lo primero que hicieron Hugo Chávez y Evo Morales, al llegar al poder
“Chávez y Morales crearon la justicia chavista y bolivariana y Sánchez quiere su justicia sanchista. Una Justicia que mire hacia otro lado en todo lo que sea corrupción que afecta a su entorno”, precisan las fuentes consultadas. Al respecto, advierten de que el problema para Moncloa no es que haya jueces progresistas o conservadores, sino que lo que se pretende es conseguir “jueces progubernamentales o prosanchistas”. “Es a lo que aspira”, apuntalan.
“Lanza su amenaza anticipada”
Además, consideran que el ataque de Sánchez a los jueces que llevan procedimientos como el de su mujer o su hermano constituyen un aviso a navegantes. “Es una amenaza anticipada“, aseguran. Cabe recordar que el alto tribunal está instruyendo el “caso Koldo” y tiene pendiente abrir juicio oral al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos; diligencia que se espera para después del acto de apertura del curso judicial de este viernes.
Al respecto, las voces consultadas indican que la inédita acusación de Sánchez en su entrevista en TVE no es “casualidad”, sino que se produce intencionadamente en la antesala del acto más importante de la carrera judicial. La ceremonia se celebra, como es habitual, en el Tribunal Supremo y la preside el Rey Felipe VI. Si bien este año todas las miradas estarán puestas en el fiscal general del Estado, ya que intervendrá en el acto con un pie en el banquillo de los acusados y compartiendo escenario con los magistrados de la Sala Segunda que le van a juzgar.
Además, en el Supremo preocupa también la imagen de la Justicia española en Europa. De hecho, lamentan el “impacto” que puede tener en países de nuestro entorno las declaraciones de Pedro Sánchez haciendo referencia a que hay jueces en España que hacen política y que no cumplen con la Ley. “Es gravísimo”, apuntalan.