En un contexto político y económico complicado, España se encuentra ante la tarea de reducir su déficit al 3% en 2024, enfrentando desafíos adicionales debido a la falta de un Gobierno estable y un presupuesto detallado.
El país ha enviado a la Comisión Europea el Plan Presupuestario, que revelará sus estrategias para alcanzar este objetivo, a pesar de no contar aún con un proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
La incertidumbre se cierne sobre las medidas de apoyo energético, con la Comisión Europea instando a España a retirarlas para reducir el déficit, mientras el Gobierno aún no ha definido su postura al respecto.
Este escenario se ve agravado por la ralentización en la recaudación tributaria tras dos años de crecimiento extraordinario.
Además, la falta de un presupuesto ha llevado a la ausencia de reglas de gasto para las administraciones autonómicas y locales en 2024, lo que plantea preocupaciones sobre el manejo de ingresos extraordinarios.
La situación política incierta podría obligar a España a presentar un nuevo Plan Presupuestario actualizado ante la UE en caso de formarse un nuevo Gobierno, lo que añade un nivel adicional de incertidumbre a la economía española.
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