Cerca de la mitad de la población española sufre de forma directa la crisis de vivienda. Ha alertado sobre ello Oxfam Intermón que, tras entrevistar a más de 4.000 personas, señala como la percepción social contrasta con las cifras macro porque ni el crecimiento económico ni la creación de empleo puede frenar la desigualdad.
La brecha entre propietarios e inquilinos no para de crecer. Solo el 14% de los arrendatarios confía en poder comprar una vivienda en los próximos años. Los más pesimistas son aquellos que viven de alquiler, de los cuales, seis de cada 10 considera que comprar una casa, es un escenario poco o nada probable.
Una de las conclusiones más relevantes es que “la vivienda se está transformando en el auténtico corazón de las desigualdades“. Muchos de los encuestados señalan que, para seguir teniendo un techo, han tenido que prescindir de servicios básicos. En este sentido, la organización destaca que las medidas con mayor apoyo social siguen siendo el empleo y la vivienda, y también son las prioridades que más han crecido desde 2023.
Sueldos insuficientes para una vida digna
Otro de los asuntos que más descontento produce entre los ciudadanos españoles es el nivel de ingresos. En torno al 30% señalan que sus sueldos no son suficientes para llevar una vida digna y otro 40% asegura que necesita un segundo empleo para poder llegar a alcanzarla. Uno de cada cuatro encuestados reconoce haber tenido que pedir ayuda económica a personas de su entorno o instituciones da caridad incapaz de hacer frente a los gastos mensuales.
Oxfam alerta de que “en demasiadas casas el dinero se acaba antes de que llegue el fin de mes” y esto implica renuncias en alimentación, ocio y descanso y resiliencia financiera. Muchos de los encuestados señalan que no tienen margen para afrontar un gasto imprevisto superior a 600 euros.
El 60 % de la población cree que las desigualdades sociales han aumentado en los últimos 20 años y, a su vez, desciende la confianza en la movilidad social. Más de la mitad de los españoles considera que “el origen (social o étnico…) determina la capacidad para progresar en la vida”.





