El vertido de pellets de plástico que afecta a las costas gallegas, asturianas y cántabras ha llevado a la activación de los planes de contingencia de las respectivas comunidades autónomas y, posteriormente, a la elevación de la alerta al nivel 2 del Sistema Nacional de Respuesta (SNR) contra la contaminación marina accidental.
Este suceso, que inició el 8 de diciembre, se originó a partir de contenedores perdidos por el buque Toconao, con bandera de Liberia, cerca de Viana do Castelo, Portugal.
El SNR, implementado en 2013, establece las fases de alerta y emergencia ante problemas contaminantes en el mar.
Las comunidades autónomas, siguiendo sus estatutos, solicitan el apoyo del Gobierno central en situaciones como esta.
El SNR cuenta con dos subsistemas de respuesta: el marítimo, competencia exclusiva del Estado, y el costero, activado en eventos que afectan a las costas, como el vertido de pellets, involucrando planes locales, territoriales y el Plan Estatal de Protección de la Ribera del Mar contra la Contaminación.
Este incidente, que involucra 26.25 toneladas de pellets, destaca la necesidad de coordinación entre entidades locales y gubernamentales para abordar crisis medioambientales, además de resaltar la importancia de la legislación estatal y los planes de contingencia ante vertidos industriales y contaminantes en las aguas territoriales de España.
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