Vino, queso y aceite de oliva: la industria española, expectante ante los efectos de los aranceles de Trump

En Estados Unidos se bebe mucho vino español, concretamente una cantidad que ascendió a 330 millones de euros en 2024. Para muchas bodegas, es el mercado internacional más importante y temen que la entrada en vigor de los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump les haga perder cuota de mercado.

“El mercado norteamericano no está preparado para asumir una subida de precios”, explica a TVE Íñigo Rubio, director de Bodegas Manuel Quintano, en Labastida (Álava). Por ello, ya están negociando con los importadores para recortar márgenes y tratar de absorber, a medias, la subida. “Si cada uno pone de su parte, se puede llegar a un acuerdo”, señala Rubio.

En Menorca, los exportadores de queso de Mahón ya hicieron esto durante el anterior Gobierno de Trump porque fue durante poco tiempo, pero ahora aseguran que no lo pueden asumir. “No podemos aguantar tres años bajando nuestro beneficio”, cuenta a TVE Juan Bosco Triay Barber, presidente de la Denominación de Origen Queso de Mahón de Menorca. Por ello, intentarán aumentar las ventas en otros mercados.

En Castilla-La Mancha hay más tranquilidad, ya que el año pasado el precio se disparó un 30% por la subida de la leche y el arancel del 15% se queda por debajo de esa cifra. En Salamanca, el 70% de la facturación de Embutidos Fermín depende de Estados Unidos y, como reconoce su gerente, la situación actual es de “incertidumbre y desconcierto total”.

Estados Unidos es actualmente el primer destino fuera de la Unión Europea en cuanto a exportación de jamones paletas curadas de España, como explica a TVE Raúl García, presidente de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASCI). “Cualquier acción que se ejerza sobre las exportaciones nos va a afectar”, señala, aunque reconoce que no tienen capacidad para cuantificarlo aún. Por ahora, el experto estima que “va a haber un encarecimiento de los productos y previsiblemente se verá afectado el consumo y nuestro volumen de exportaciones”.

Todo el sector agroalimentario está pendiente todavía de la letra pequeña del acuerdo alcanzado entre Trump y la Unión Europea y sus excepciones. “Estamos esperándolo con muchas ganas y que sigamos teniéndolo, ojalá, el vino y el aceite tengan un arancel al 0%”, indica Manuel Zambrano Medina, portavoz de Cooperativa Viñaoliva en Almendralejo, en Badajoz. Con todo, muchos ven complicado sustituir al público norteamericano por otro.

Posibles efectos en la industria automotriz y química

Los aranceles del 15% impuestos por Trump tendrán un impacto limitado en España, pero también desigual. Las exportaciones españolas al país norteamericano representaron menos del 5% del total en 2024, y hay industrias como la química, los componentes de automoción o la siderurgia que advierten de las consecuencias de los aranceles. Otras, como la farmacéutica o la aeronáutica, de momento no se han pronunciado.

Los nuevos aranceles afectan al sector automotriz —que ya estaba gravado con un 27,5%— y al agroalimentario —en especial el aceite y el vino— que pasan del 10% negociado previamente al 15%. En cambio, otros sectores quedan exentos, ya que el pacto prevé arancel cero para las aeronaves y sus componentes, determinados productos químicos, medicamentos genéricos, equipos para semiconductores, ciertos productos agrícolas y materias primas críticas.

La patronal del sector químico (Feique) advierte de la presión “importante” que suponen los gravámenes sobre las exportaciones, ya sea de forma directa como indirecta. En 2024, el sector exportó por un valor de 59.166 millones y, de ellos, 3.505 millones tuvieron como destino Estados Unidos, el 6% del total. Por tanto, es su quinto mercado.

Por otro lado, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) indica que estos aranceles no afectarán a las fábricas españolas, ya que no se exportó ningún vehículo a Estados Unidos en 2024 ni en lo que va de 2025.

Sin embargo, la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), sí prevé consecuencias relevantes para el sector de componentes por su alta internacionalización y la compleja cadena de suministro global. En 2024, las exportaciones directas de componentes a EE.UU. alcanzaron los 1.021 millones, un 4% del total del sector. De hecho, la exposición real podría ser mayor, ya que muchos componentes fabricados en España se integran en vehículos ensamblados en Alemania, Francia o México, que luego se exportan a Estados Unidos.

Además, materias primas esenciales para el sector, como plásticos, textiles técnicos, componentes electrónicos y semiconductores, también estarán afectadas por el nuevo arancel del 15%, lo que podría restar su competitividad.

En general, los expertos advierten que este escenario arancelario podría conllevar daños colaterales. “A lo mejor no nos da directamente la bala, pero una bala perdida quizás sí. Todo lo que pueda afectar a nuestros socios comerciales nos puede afectar a nosotros de una forma colateral”, explica a TVE Isabel Calavero, delegada del ICEX en Castilla y León.

You must be logged in to post a comment Login