MADRID.- Lo que comenzó como una protesta pacífica contra la amnistía culminó en una auténtica batalla campal a las puertas de la sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid.
Miles de manifestantes, convocados por Revuelta y la organización Desokupa, se congregaron para expresar su rechazo a la posible ley negociada por el PSOE y Junts para facilitar la investidura de Pedro Sánchez.
La manifestación, que había transcurrido sin altercados, se tornó violenta cuando los manifestantes se agolparon ante Ferraz y los antidisturbios tuvieron que intervenir.
El saldo final fue de siete detenidos y 39 heridos, incluyendo 30 agentes de la Policía Nacional.
Las protestas, que también atrajeron a personas de otras partes de España, evidenciaron la profunda división y la tensión en la sociedad española respecto a la política de amnistía propuesta.
Los manifestantes expresaron su indignación contra el Gobierno y la posible violación de los derechos constitucionales, mientras que algunos incidentes, como el saludo nazi de una simpatizante falangista, añadieron un componente preocupante a la jornada de protestas.
La violencia y los enfrentamientos con la policía subrayan la creciente polarización y la urgente necesidad de un diálogo constructivo en la sociedad española.
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