Las costas españolas enfrentaron un récord de llegadas de migrantes en 2023, alcanzando la cifra de 52,945 personas hasta el 15 de diciembre, según datos del Ministerio del Interior.
Canarias, con aproximadamente 40,027 migrantes, se encuentra desbordada, atendiendo actualmente a 4,521 menores no acompañados en sesenta centros.
El presidente canario, Fernando Clavijo, señaló la crítica situación, expresando que las ONG “no pueden más”.
Clavijo destacó la imposibilidad de garantizar un proyecto de vida a los menores, evidenciando la falta de capacidad para albergarlos y escolarizarlos.
Frente a esta crisis, el presidente comparó la situación con la de Estados Unidos, resaltando que Canarias, con una población de 2.2 millones, debe cuidar de 4,500 menores, mientras que en EEUU, con más de 330 millones de habitantes, el Estado tutela a 11,700 menores.
Clavijo abogó por un reparto obligatorio de migrantes entre comunidades autónomas.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, anunció su compromiso inminente para que la distribución de menores sea obligatoria en todas las comunidades autónomas.
Subrayó que esta no es una cuestión opcional, sino de Estado, destacando el respaldo necesario del Congreso.
Ante la presión económica, Clavijo y Saiz acordaron trabajar juntos para obtener más fondos europeos, ya que los 50 millones de la UE no son suficientes para afrontar los 104 millones de euros estimados para gestionar la crisis migratoria en Canarias.
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