Una veintena de acusados del caso Gürtel, entre ellos el líder de la trama, Francisco Correa, así como su mano derecha, el ex secretario de Organización del PP gallego Pablo Crespo, han reconocido la comisión de varios delitos en el último juicio de la macrocausa de corrupción.
Así lo ha expuesto la fiscal en las cuestiones previas, en la primera sesión del juicio que se ha iniciado este lunes en la Audiencia Nacional, y en el que se sientan en el banquillo un total de 26 acusados por la presunta comisión de delitos contra la Hacienda Pública, como fraude fiscal, blanqueo de capitales, falsedad documental o asociación ilícita.
Tan solo seis acusados han rechazado por ahora llegar a acuerdos con el Ministerio Público, por lo que se ha tenido que celebrar el juicio, que ha comenzado con el interrogatorio a Correa. En un principio, la Fiscalía Anticorrupción pedía para Correa y su mano derecha 77 años de cárcel por una veintena de delitos fiscales, dos de blanqueo y falsedad documental.
Correa reconoce los delitos
Tras el planteamiento de las cuestiones previas, el líder de la trama ha sido el primero en tener que responder. “No lo recuerdo. Han pasado más de 20 años“, ha sido la respuesta más recurrente de Correa a las preguntas de la fiscal del caso y de las defensas de otros acusados. No obstante, ha puntualizado que su intención era “colaborar” y que iba a contestar a todas las partes, aunque tenía derecho a no pronunciarse.
El líder de la trama ha admitido que desde que creó las empresas “nunca” pagó impuestos ni hizo la declaración de la renta en España. Asimismo ha reconocido que movió su dinero en Suiza, Miami y las islas Caimán, aunque ha asegurado que no todo procedía de “actividades ilícitas”.
También ha afirmado que intentó que una de las acusadas. Carmen L.H., le gestionará la residencia en Panamá para evitar tributar en España, y de hecho ha explicado que estuvo varios meses allí viviendo. Pero se ha quejado de que esta mujer le estafó, ya que después de pagar, no le consiguió la residencia y le fue “dando largas”. “Fue una auténtica estafa”, ha señalado, aunque ha admitido que nunca lo denunció.
Por último, Correa ha renunciado a su derecho a la última palabra, por lo que el presidente del tribunal le ha indicado que no tendrá que acudir a más sesiones del juicio.
También otros cuantos acusados más, a los que las partes no han preguntado, han reconocido los delitos que se les imputan y han renunciado a su derecho a la última palabra, por lo que también el magistrado les ha exonerado de asistir a más sesiones.
Una de las denunciantes lamenta la “incomprensión absoluta”
En Las Mañanas de RNE, Ana Garrido, una de las denunciantes del caso Gürtel y exfuncionaria del Ayuntamiento de Boadilla del Monte, ha lamentado la sensación de incomprensión absoluta: “Los denunciantes llevamos 15 años sin poder recuperar nuestra vida”.
En este sentido, ha sostenido que el Gobierno es quien tiene que poner las medidas para que “haya garantías de cara a los denunciantes”, para que haya una ley “que realmente garantice el anonimato”.
Según Garrido, la actual Ley 2/2023, cuyo fin es garantizar ese anonimato, “no está funcionando porque no hay un control exhaustivo de cómo funcionan los canales de información”. “Muchas veces se pone de responsabilidad del canal de denuncia a la persona que es afín a la cúpula o al Consejo de Dirección de la empresa en cuestión”, ha advertido.
El PP defiende que ya pagó las “consecuencias políticas”
También en una entrevista en Las Mañanas de RNE, la vicesecretaria de Regeneración Institucional del PP, Cuca Gamarra, ha defendido este lunes que su partido ya pagó las “consecuencias políticas” por el caso Gürtel, en alusión a la caída del Gobierno de Mariano Rajoy.
Gamarra ha recodado que los hechos que se enjuician desde este lunes sucedieron hace más de 16 años, por lo que ha puesto el acento en la necesidad de que haya una Justicia “más rápida”. Además, ha defendido que lo fundamental para el PP es que haya “tolerancia cero con la corrupción”.
Por ello, ha pedido centrarse en los casos que “afectan” al Gobierno actual “por tierra, mar y aire”, al tiempo que instado a los socios parlamentarios del Ejecutivo de Pedro Sánchez a dejarlo caer.
PSOE tilda la trama Gürtel de “mayor red de corrupción”
Por su parte, el PSOE ha vuelto a cargar contra el PP al señalar que la trama Gürtel es la “mayor red de corrupción de la democracia española”, una estructura de “fraude fiscal y blanqueo de capitales que durante años sirvió para enriquecer a cargos del Partido Popular y financiar ilegalmente al propio partido”.
“La Gürtel no fue un caso aislado: fue un sistema de financiación ilegal que operó durante casi dos décadas. Una caja B que sirvió para pagar campañas electorales, actos del partido en Madrid y Valencia, e incluso la reforma de la sede nacional del PP en la calle Génova con dinero negro”, han subrayado fuentes socialistas.
Estas mismas fuentes han incidido en que aunque la actual dirección de los ‘populares’ dice que es “pasado”, “no lo es” porque “el PP es Gürtel y Gürtel es el PP”. “El mismo partido que se financió ilegalmente sigue negando la evidencia y protegiendo a quienes participaron en aquella maquinaria de corrupción”, han denunciado.
Según estas mismas fuentes, el líder ‘popular’, Alberto Núñez Feijóo, “no representa ninguna regeneración”. “Su silencio y su falta de autocrítica demuestran que el PP no ha aprendido nada. Lo único que ha cambiado es el envoltorio”, han zanjado.
Para Podemos, este juicio de la Gürtel, que salpica al PP, unido a las irregularidades que se atribuyen al exministro y exdirigente socialista José Luis Ábalos, pone de manifiesto “la eterna corrupción del bipartidismo” con un cambio de papeles entre PSOE y PP como si se trataran de “máscaras venecianas”. “El PSOE hablará de lo muy ladrón que es el PP, que dirá que es un caso aislado y que eran manzanas podridas”, ha augurado el portavoz de los ‘morados’, Pablo Fernández.