Los países cuentan con una serie de características que los convierten en únicos. Una de ellas es su delimitación territorial que separa las diferentes naciones entre sí estableciendo los confines de cada nación y sus ámbitos de actuación entre ellas, las fronteras.
Además, estas líneas imaginarias que marcan los mapas oficiales consiguen establecer hasta donde un país puede actuar siguiendo sus propias normas. Incluso, pese a que en la Unión Europa las fronteras se han reducido a un simple reducto administrativo entre estados Schengen estas siguen teniendo gran utilidad en temas como la seguridad o la gestión de servicios.
Así las cosas, las fronteras se han movido a lo largo de los siglos de forma constante. Invasiones de imperios, guerras o tratados han modificado los límites de los países durante toda la historia de la humanidad aunque en gran parte de las naciones haya habido cierta estabilidad en los últimos siglos.
Nuestro país cuenta con un gran número de fronteras relacionadas a países vecinos. Pese a que algunos pertenecen a la Unión Europea y como hemos mencionado anteriormente no sean límites tradicionales con un control férreo estas siguen actuando para delimitar el territorio español.
Así, España cuenta en pleno 2022 con 1953 kilómetros de fronteras en todos sus territorios nacionales. De estos es muy reseñable que 1292 pertenezcan al límite establecido con Portugal dotando al confín con el país luso de la más larga.
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