Unos 800 funcionarios del Ayuntamiento de Barcelona, junto con agentes de la Guardia Urbana y bomberos de la ciudad, se han congregado en la plaza Sant Jaume para protestar contra la decisión del Ayuntamiento de suspender temporalmente el plus de antigüedad de los trabajadores municipales.
La medida anunciada el jueves ha llevado a una concentración que reunió a alrededor de 2,000 personas, según los sindicatos.
A pesar de la oposición mayoritaria del pleno, con votos a favor del PSC y Vox y abstenciones de Trias per Barcelona y el PP, BComú y ERC votaron en contra, generando incertidumbre sobre las consecuencias jurídicas de esta decisión.
Los sindicatos han denunciado que la medida, que afecta a aproximadamente 15,000 personas, es una “decisión unilateral” que viola el convenio colectivo de más de 40 años.
La suspensión se basa en dos decretos del alcalde Jaume Collboni, influenciados por un informe de la Sindicatura de Cuentas que considera estos pluses como “retribuciones ordinarias no sujetas a norma”.
A pesar de la suspensión, el Ayuntamiento ha prometido buscar alternativas en consulta con los trabajadores para reconocer la larga trayectoria de quienes han servido en la estructura municipal.
Se esperan nuevas negociaciones entre los representantes del Ayuntamiento y los sindicatos en los próximos días, mientras la ciudad enfrenta una creciente tensión laboral debido a esta medida controversial.
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