A menos de un mes para la disolución de las Cortes Generales y la posibilidad de unas nuevas elecciones el 14 de enero, Pedro Sánchez y su partido, el PSOE, están inmersos en intensas negociaciones para formar un gobierno estable.
Tras asegurar un pacto de coalición con Sumar, el enfoque se ha centrado en la delicada cuestión de la amnistía y en medidas sociales cruciales.
Si bien Sánchez se muestra optimista en público, los detalles finales de estos acuerdos continúan siendo objeto de debate, especialmente en lo que respecta a los independentistas catalanes.
El PSOE ha liderado las conversaciones, con figuras destacadas como María Jesús Montero, Félix Bolaños y Santos Cerdán, mientras lidian con diversos retos, incluida la integración de Junts en la “mayoría progresista”.
Aunque algunas partes del acuerdo han avanzado, como la colocación de la “vida de los trabajadores en el centro”, la fecha exacta de la investidura sigue siendo un enigma. Francina Armengol, presidenta del Congreso, retiene la fecha hasta que Sánchez asegure el respaldo necesario.
La incertidumbre persiste mientras Sánchez y sus contrapartes buscan cerrar los últimos detalles y evitar así unas elecciones anticipadas que podrían alterar aún más el panorama político español.
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