Los ministros europeos de Medio Ambiente han acordado una posición común para negociar con el Parlamento Europeo una regulación que busca reducir la presencia y el tamaño de los envases, así como la presencia de materiales peligrosos, a partir de 2030.
La norma aborda la reducción del consumo de bolsas de plástico y propone medidas para evitar envases excesivamente grandes o semivacíos.
El Consejo de Medio Ambiente cerró un acuerdo para uniformar las reglas sobre envases en toda la UE, aunque con más excepciones y flexibilidades de las que inicialmente planteó la Comisión Europea.
La futura regulación busca fijar una transición hacia la disminución del uso de envases, la reducción de materiales peligrosos y niveles mínimos de reciclaje.
Se establece una obligatoriedad de reciclaje para los envases de plástico, que incrementaría del 10-35% en 2030 al 50-65% en 2040.
Además, se enfatiza en la reutilización de envases, estableciendo objetivos para bebidas y alimentos para llevar.
La normativa también exige a los países sistemas de depósito y devolución para botellas de plástico y latas de bebidas de un solo uso, con el objetivo de recolectar al menos el 90% para 2029.
Este acuerdo representa un paso significativo hacia una regulación ambiental más estricta en la Unión Europea, con el objetivo de abordar los desafíos asociados al envasado y embalaje, que constituyen una parte sustancial de los residuos sólidos urbanos y plásticos en la región.
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