La Comunidad de Madrid tiene previsto eliminar la obligatoriedad del uso de mascarilla en centros de salud y hospitales a partir de este miércoles, tras dos semanas de descenso continuo en los casos de gripe.
La Consejería de Sanidad cambiará la medida por una recomendación, dirigida especialmente a personas con síntomas respiratorios, población vulnerable y mayores.
La incidencia de la gripe ha descendido a 81.3 casos por 100,000 habitantes, frente a los 177 de las semanas anteriores, según anunció la consejera de Sanidad, Fátima Matute, quien destacó la falta de emergencia o alerta para la salud pública que justifique la medida anterior.
El gobierno madrileño, desde el principio, abogó por la “concienciación” en lugar de la alarma, argumentando que la epidemia de gripe de este año fue incluso menor que en años anteriores y no registró una mayor mortalidad ni tasas de ingresos.
La consejera Matute afirmó que la imposición “improvisada” de la mascarilla en centros sanitarios no tuvo un impacto significativo en la disminución de la tasa de incidencia, concluyendo que no existía un estado de emergencia sanitaria ni de alerta para la salud pública.
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