Después de cinco meses de crisis diplomática entre España y Argentina, el gobierno liderado por Pedro Sánchez ha designado a Joaquín María de Arístegui Laborde como nuevo embajador en Buenos Aires. Esta decisión busca cerrar el conflicto abierto entre ambas naciones, que se originó tras unas polémicas declaraciones del presidente argentino, Javier Milei, en las que acusó de “corrupta” a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, durante un mitin de extrema derecha celebrado en Madrid.
Las palabras de Milei llevaron al gobierno español a retirar temporalmente a su embajadora en Argentina, un gesto sin precedentes que marcó uno de los momentos más tensos en la relación bilateral entre ambos países. La retirada fue interpretada como una fuerte señal de protesta y desencadenó una crisis diplomática inédita en su historia reciente.
Con el nombramiento de Arístegui Laborde, ambas administraciones emitieron un comunicado conjunto en el que expresan su deseo de superar las diferencias y reconstruir la confianza entre los dos países. “Los gobiernos de España y Argentina deben estar a la altura de la intensidad de los vínculos que unen a nuestros pueblos y sociedades. Por ello, nos comprometemos a fortalecer nuestra relación para que alcance el máximo nivel de confianza y respeto mutuo en términos políticos e institucionales que nuestros pueblos merecen”, señala el texto.
Este paso busca no solo restablecer los lazos diplomáticos, sino también garantizar que los intercambios bilaterales, tanto económicos como culturales, no se vean afectados por el episodio de confrontación.
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