Las vacaciones de verano son las más esperadas por estudiantes y trabajadores, pero según revela un estudio, el 65% de los profesionales en España no cumplen con la desconexión laboral.
Da igual si los empleados están en la playa o en cualquier otro lugar de vacaciones. Una llamada urgente o inesperada, una respuesta rápida a un cliente o un vistazo al correo del trabajo sirve para romper con el descanso.
Según el estudio realizado por Edenred, empresa de soluciones transaccionales, destaca que seis de cada diez trabajadores sucumben en verano a la tentación debido a la cultura de trabajo y responsabilidad que existe en ciertas empresas y sectores.
Desde Edenred explican que “si tienes claro que tu empresa no te exige nada de esto, si reconoce que tú desconectas, en la primera instancia que se te cruza por la cabeza, se te olvida porque sabes que nadie lo espera por ti”.
Sectores donde es imposible desconectar
Por su parte, un trabajador del sector financiero comenta a TVE que normalmente intenta “separar trabajo de vacaciones pero, en especial, en el sector financiero, siempre tienes que estar pendiente, al corriente, de las situaciones y atento al móvil”.
Otros, sin embargo, han convertido ese ‘permanentemente conectado‘ en una forma de vivir y disfrutar, aunque se tratada de otro modo de disfrute. Algo que se ve cada vez más, por ejemplo, por las mañanas en cafeterías.
La trabajadora de una cafetería de Madrid comenta a TVE que “hay mucha flexibilidad” y una “línea muy delgada entre trabajo y vacaciones”. Asegura que a día de hoy “hay más oportunidades de combinar diversión y trabajo“. Las generaciones más jóvenes, según este estudio, son las que menos consiguen desconectar plenamente.
Buenos datos del turismo nacional
Por otro lado, el sector hotelero español mantuvo su tendencia de recuperación en julio, registrando un incremento interanual del 1,8% en las pernoctaciones a pesar de un aumento del 5% en los precios, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este crecimiento se vio impulsado en gran medida por los viajeros internacionales, cuyas estancias aumentaron un 2,1%, mientras que las pernoctaciones de residentes en España crecieron un 1%.
La consolidación del sector se refleja también en la facturación media diaria por habitación ocupada, que se situó en 146,5 euros, lo que representa una subida del 4,6% respecto a julio del año anterior. En total, las pernoctaciones hoteleras superaron los 44,6 millones en el séptimo mes del año.
Sin embargo, en el acumulado de los siete primeros meses, el crecimiento global de las pernoctaciones fue del 0,7%. En este periodo, las estancias de viajeros nacionales tuvieron una ligera caída del 0,4%, en contraste con el aumento del 1,2% de las pernoctaciones de turistas internacionales.
Por destinos, las comunidades más visitadas por los residentes nacionales fueron Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana, mientras que los turistas extranjeros se decantaron principalmente por las Islas Baleares, Cataluña y las Islas Canarias.