Tos, mocos, fiebre y malestar se propagan en la Comunidad de Madrid debido a la creciente ola de casos de gripe y COVID-19 en las últimas semanas.
Los virus respiratorios afectan especialmente a la población mayor de 80 años con patologías previas, aumentando ligeramente las hospitalizaciones.
A pesar de las afirmaciones de la Consejería de Sanidad sobre la capacidad hospitalaria, la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) sostiene que el sistema está sobrepasado, atribuyendo la falta de cobertura en el Plan de Invierno a las condiciones laborales insatisfactorias para los profesionales.
La incidencia de gripe se sitúa en 90 casos por cada 100,000 habitantes en la Comunidad de Madrid, por debajo de la media nacional, mientras que la COVID-19 se mantiene en 3.5 por cada 100,000 habitantes.
Aunque la Consejería de Sanidad minimiza la gravedad, los informes epidemiológicos muestran un aumento del 74% en los casos de gripe, afectando principalmente a niños menores de 4 años y a personas mayores de 80 años.
Amyts señala que las medidas tomadas son insuficientes, atribuyendo la saturación a plantillas insuficientes y malas condiciones laborales, mientras que la Consejería espera el pico de la gripe para la segunda semana de enero.
En medio de la controversia, los servicios de salud en Madrid se ven presionados nuevamente, según Amyts, mientras la Consejería insiste en la capacidad de respuesta.
La atención se centra en la población más vulnerable, con llamados a la precaución y el cumplimiento de medidas preventivas para contener la propagación de los virus respiratorios en la región.
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