El Ayuntamiento de Barcelona se ve obligado a tomar medidas drásticas debido a la severa sequía que amenaza con dejar morir diversas plantas en la ciudad.
Ante la inminente entrada en vigor de restricciones de agua por emergencia, se ha desplegado un plan con 250 operarios que trabajarán en tres turnos para realizar riegos manuales con agua freática en espacios verdes.
El consistorio priorizará el riego del arbolado viario, palmeras, calles emblemáticas y parques históricos, aunque advierte que la afectación al verdor de la ciudad será global.
El riego con agua potable quedará prohibido en fase de emergencia, y a pesar de las medidas, se anticipa que todos los espacios verdes tendrán menos agua, dependiendo en algunos casos exclusivamente de la lluvia.
Mientras se estudia una distribución equitativa del riego, la ciudad se prepara para enfrentar la escasez de agua.
Además, el Ayuntamiento trabaja en una ordenanza para aprovechar aguas grises en nuevas construcciones, buscando un ahorro del 30% en el consumo de agua potable en edificios, medida que se espera aprobar en el segundo semestre de este año.
You must be logged in to post a comment Login