España ha tardado en apostar por este nuevo modelo sostenible de automóviles, pero el futuro se atisba más esperanzador que nunca.
Aunque de momento solo hay 245 puntos de recarga para vehículos eléctricos por cada millón de habitantes, cada vez son más las estaciones de recarga rápida o ultrarrápida a lo largo y ancho de la península.
Superiores a 250 kW, permiten cargar el coche a alta velocidad, lo que hace que los viajes largos resulten cada vez más cómodos.
De esos 245 puntos de recarga por cada millón de habitantes, solo hay 82 que tengan al menos 250 kW, aunque se prevé que este número se incremente notablemente con el paso del tiempo.
En la actualidad, la Comunidad de Madrid es la que cuenta con más estaciones, con 16 por cada millón de ciudadanos. Cataluña le sigue de cerca con 12 puntos y el País Vasco y Andalucía completan el podio con una decena de opciones cada uno.
El resto de regiones españolas en las que existen al menos dos puntos de recarga son Aragón, con 6 por cada millón de personas; Región de Murcia, Galicia, Comunidad Valenciana, Navarra y Castilla-La Mancha, con 4 cada una; y Asturias, Baleares y Castilla y León, con un par de ellas por cada comunidad.
Las estaciones que más se utilizan son las de más de 100 kW y no todas cobran lo mismo por el enganche. El precio más asequible lo ofrece la compañía Cargacoches, con un coste de 0,40 euros el kWh, una tarifa un 40% inferior a las que fija, por ejemplo, Tesla en otros países del entorno como Francia o Países Bajos.
Las otras cuatro empresas que han puesto los precios más bajos en España son Iberdrola, con una tarifa de 0,45 euros por kWh; Wenea, con 0,49 euros; Repsol, con 0,54 y Easycharger, con 0,55.
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