Los embalses de las cuencas internas de Cataluña se encuentran en una situación crítica debido a la persistente falta de lluvias.
Según la Agencia Catalana del Agua (ACA), el nivel actual de los pantanos es del 21.03%, inferior incluso al punto más bajo alcanzado durante la sequía de 2008 (21.05%).
Esta situación coloca las reservas por debajo del umbral de excepcionalidad (25%) por segunda vez en la historia, acercándose peligrosamente a un estado de emergencia (16% de reservas).
A pesar de algunos repuntes temporales debido a lluvias en la primavera de 2022 y junio de este año, los embalses han estado disminuyendo constantemente desde mayo de 2021, y embalses como el de Riudecanyes están registrando niveles tan bajos como 4.5%.
La Agencia señala que las desalinizadoras han retrasado los efectos de la sequía, pero la situación es cada vez más crítica, poniendo de manifiesto la urgencia de medidas para abordar esta crisis hídrica.
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