El Gobierno prevé un crecimiento por encima del 2% hasta 2028

La marcha de la economía no se medirá solo por el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). A partir de ahora, los datos de desigualdad o pobreza también se tendrán en cuenta a la hora de elaborar las políticas económicas y sociales. Es una de las principales novedades del cuadro macroeconómico que el Consejo de Ministros ha aprobado este martes y que recoge un crecimiento sostenido por encima del 2% hasta 2028 y una reducción de la tasa de paro que llegará hasta el 9% en el mismo periodo.

El objetivo del Gobierno es que todas estas cifras se traduzcan “en el día a día de los hogares”, ha dicho el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, o lo que es lo mismo: que la macro pase a la micro. De hecho, a partir de ahora el cuadro macroeconómico pasará a llamarse simplemente cuadro económico, porque también incluye variables atribuibles a la microeconomía, ha anunciado.

“Es importantísimo para nosotros poner sobre la mesa el impacto que tiene ese crecimiento como condición necesaria también para que revierta en una reducción de la desigualdad y de la pobreza, es decir, que revierta en el día a día en una mejora de las condiciones de vida de los de los ciudadanos”, ha destacado.

El nuevo cuadro macroeconómico, la hoja de ruta de la economía que elabora el Ejecutivo con las previsiones para los próximos ejercicios, acompañará a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2026 que el Ejecutivo pretende presentar en el Congreso, pese a no contar con los apoyos necesarios.

Precisamente, este martes el Consejo de Ministros también ha aprobado un techo de gasto de 212.026 millones de euros para 2026, un 8,5% más que el fijado para este año, así como los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública que ya avanzó en la víspera a las comunidades autónomas.

Mejora hasta el 2,9% la previsión de crecimiento para este año

Entre las principales novedades, el cuadro incluye una revisión al alza de la previsión de crecimiento del PIB para 2025 de dos décimas, desde el 2,7% al 2,9%, “en línea con los principales analistas, tanto domésticos como internacionales”, ha señalado el ministro. Este repunte se conseguirá tras registrar incrementos del PIB por encima del 0,6% en los tres primeros trimestres, una cifra que se espera que se repita también a final de año.

“Es cierto que todavía tenemos apenas un 30% de la información disponible para este trimestre, pero sí que iría en esa línea. Esto además supone un efecto arrastre muy significativo para el año 2026, con un crecimiento del 1,1% antes de empezar el año”, ha afirmado.

En concreto, el crecimiento en 2026 se mantendrá en el 2,2%, para después bajar una décima hasta el 2,1% en 2027 y 2028. Se trata de algo “importantísimo”, a juicio de Cuerpo, porque significa “que la economía española mantendrá esta capacidad de crecimiento sostenida por encima del 2%, acercando por lo tanto nuestro crecimiento potencial a una cifra que era una aspiración durante muchas décadas“.

Además, ha destacado que este crecimiento permitirá a España “mantener la situación de liderazgo” entre las grandes economías europeas y mundiales. Sin ir más lejos, e Gobierno prevé que España doble en 2026 la tasa de crecimiento de la zona euro, “lo que hará que se vaya ampliando esta brecha de crecimiento con respecto a nuestros principales socios”, ha añadido.

Se crearán 450.000 nuevos ocupados al año hasta 2028

Por componentes, la demanda interna, con el consumo privado y la inversión, seguirán siendo el motor del crecimiento. El primero aportará 3,3 puntos este año para reducirse hasta 2,2 puntos al final del periodo; en tanto que el segundo lo hará en 5,7 puntos este año y disminuirá progresivamente hasta 3,4 puntos en 2028. Por su parte, la demanda externa (exportaciones e importaciones) restará medio punto porcentual en este ejercicio y dos décimas al final del periodo.

Consumo privado sobre la base de un mercado laboral fuerte, no solo en términos de crecimiento de empleo, sino también de recuperación progresiva de poder adquisitivo de los de los trabajadores”, ha destacado Cuerpo. En concreto, el cuadro macro recoge un incremento de la ocupación del 2,8% para este año, cinco décimas más que en 2024; del 2,1% para 2026 y del 1,9% tanto para 2027 como para 2028.

Esto se traducirá en un crecimiento promedio esperado en torno a los 450.000 ocupados al año, hasta situarse en los más de 24 millones de trabajadores en 2028, lo que llevará a reducir la tasa de paro al 10,5% este año, ocho décimas por debajo del dato registrado en 2024; para después caer al 9,9% en 2026; al 9,5% en 2027; y al 9% en 2028, hasta niveles cercanos a los registrados antes de la crisis financiera.

“El mercado de trabajo es sin duda el gran sustento de nuestro modelo de crecimiento, con un dinamismo que se mantiene en los últimos datos y que prevemos que se mantenga también hacia adelante”, ha celebrado.

Mejora en los niveles de desigualdad y pobreza

En cuanto a los indicadores ‘micro’ que que medirán la desigualdad y la pobreza de la población, se incorporan tres nuevas variables: el índice Gini, la tasa de riesgo de pobreza y la brecha entre el 20% más rico y el 20% más pobre.

El primero mide el nivel de desigualdad en la distribución de ingresos con una metodología que otorga a cada país un valor entre cero y 100 —en función de si todos los ciudadanos tuviesen los mismos ingresos o si una sola persona aglutinase todas las rentas—. En el caso de España, cerró en 2024 con una puntuación de 31,1 y prevé que se reduzca hasta el 30,9 este año y al 30,5 al final del periodo.

La tasa de riesgo de pobreza, por su parte, representa el número de personas que están por debajo del 60% de los ingresos de la mediana. El escenario dibujado por el Gobierno proyecta una disminución desde el 19,6 actual hasta el 19,1 en 2028. “Se ha cerrado en estos años un tercio de la brecha que teníamos con respecto a la media de la zona euro y lo que esperamos es que esta brecha se siga cerrando en los próximos años”, ha apuntado.

Mientras que el indicador que representa la diferencia entre los ingresos de aquellos que están entre el 20% más rico y el 20% menos rico o más pobre se reducirá del 5,3 del pasado año al 5 al final del periodo. En este sentido, Cuerpo ha subrayado que España ha sido el país de la zona euro donde más ha caído esta variable.

Según ha explicado el ministro, el Gobierno ha seleccionado estos tres indicadores porque son “sencillos, fáciles de entender y transparentes”, ya que beben de fuentes oficiales, lo que permite a su vez hacer comparaciones con otros países del entorno. No obstante, ha recalcado que seguirán trabajando “para mejorar y hacer más rica esta conexión hacia adelante”.

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