El antiguo aeropuerto de Ciudad Real podría transformarse en un centro de acogida temporal para gestionar las solicitudes de asilo de migrantes que llegan a las costas españolas, según adelantó el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Esta propuesta busca aliviar la presión sobre las infraestructuras existentes en las regiones de Alicante, Almería, Murcia, Baleares y Canarias, donde se ha registrado un aumento significativo de llegadas en los últimos meses.
El aeropuerto, que actualmente tiene un uso marginal, sería utilizado como Centro de Acogida de Emergencia y Derivación. Sin embargo, la propuesta ha generado rechazo en Castilla-La Mancha. El presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, criticó el proyecto al asegurar que las instalaciones no ofrecen condiciones dignas para la atención de los migrantes y calificó la iniciativa como un potencial “gueto social”.
El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, se sumó a las críticas, afirmando que transformar el aeropuerto en un centro de acogida podría convertirlo en algo parecido a “un campo de concentración”, debido a su lejanía de servicios esenciales. Además, la Consejería de Bienestar Social expresó su molestia por haber conocido el proyecto a través de organizaciones sociales y no directamente desde el Gobierno central.
Crisis migratoria en España y Europa
España ha registrado cifras récord de llegadas irregulares. En la segunda mitad de septiembre, más de 4.000 migrantes alcanzaron las costas canarias, y durante julio y agosto llegaron más de 6.000 personas en busca de asilo. La ruta del Atlántico hacia Canarias ha sido la más peligrosa, dejando más de 700 desaparecidos en los primeros siete meses del año.
El presidente Pedro Sánchez anunció recientemente una reforma del Reglamento de Extranjería y el aumento de plazas en el sistema de acogida. Además, pidió a la Unión Europea acelerar la implementación del Pacto de Migración y Asilo para que entre en vigor en 2025, con el objetivo de mejorar el reparto de migrantes y los controles fronterizos.
En paralelo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reveló planes para trasladar los procedimientos migratorios a terceros países fuera de la Unión Europea, en un movimiento que refleja la creciente presión política en Europa para endurecer la gestión de la migración.
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