Un incendio forestal que se reactivó en los municipios de Santa Úrsula y La Orotava en Tenerife ha llevado al Gobierno de Canarias a asumir el control de las operaciones de extinción.
A pesar de la estabilización de los focos en La Corujera y Pino Alto, las condiciones climáticas desafiantes, con temperaturas superiores a 30ºC y humedad relativa por debajo del 10%, mantienen una “calma tensa”.
El fuego ha quemado aproximadamente 30 hectáreas y ha obligado a evacuar a unas 3.200 personas, con el despliegue de varios equipos aéreos y terrestres para contener la situación.
El Cabildo de Tenerife ha elevado la alerta al nivel 2, permitiendo la movilización de recursos adicionales para proteger a la población y la propiedad en riesgo.
El incendio, que ha generado una respuesta conjunta de los equipos de emergencia del Gobierno de Canarias, el Cabildo y el Estado, ha llevado a la activación de helicópteros y brigadas especializadas.
Aunque se han estabilizado ciertas áreas, la situación sigue siendo crítica debido a las condiciones climáticas desfavorables.
La evacuación de miles de personas y el control de este incendio forestal se han convertido en una prioridad para las autoridades locales y estatales, que continúan monitorizando la situación de cerca en Tenerife.
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