En dos semanas concluye el periodo de gracia otorgado por Donald Trump para imponer aranceles “recíprocos” a la Unión Europea y, en plenas las negociaciones, el presidente estadounidense ha amenazado a España con nuevos gravámenes por su negativa a invertir el 5% de su Producto Interior Bruto (PIB) en defensa en 2035, tal como acordaron los países miembros de la OTAN en el marco de su cumbre anual celebrada en La Haya.
“Vamos a negociar un acuerdo comercial con España para que paguen el doble”, advirtió este miércoles el mandatario. En su opinión, es “injusto” para el resto de miembros de la Alianza Atlántica que el gasto en defensa de España se quede en el del 2,1% del PIB, por lo que se ha propuesto hablar “directamente” con el ejecutivo español para revertir la situación. “Lo voy a hacer yo, van a pagar más dinero“, zanjó Trump a las preguntas de los periodistas.
¿Cómo lo hará? Según avanzó, su estrategia para que el gasto en defensa de España se alinee con el resto de países miembros de la OTAN llegará por la vía comercial. O, lo que es lo mismo, con la imposición de nuevos aranceles. Y es que, aunque Trump no mencionó estos gravámenes, el presidente ha recurrido frecuentemente a esta práctica durante estos primeros meses de mandato y también durante su anterior etapa al frente de la Casa Blanca con el fin de obtener otros objetivos políticos.
La política comercial es competencia de la UE
Desde España, por el momento, cierran filas con la Comisión Europea: “Estaré de acuerdo con el acuerdo al que llegue la presidenta Ursula von der Leyen (…) Por tanto, total confianza y apoyo a la presidenta y al comisario [de Comercio] Maros Sefcovic”, ha señalado este viernes el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo.
Según ha dicho, durante la cumbre ningún mandatario le ha reprochado ni mencionado los posibles problemas que pudiera generar la posición de España en la negociación comercial que la Unión Europea tiene en marcha con Estados Unidos. “Ser europeísta y ser atlantista no implica un seguidismo ciego que otros en nuestro país proponen”, ha reivindicado.