El compromiso del Gobierno de eliminar vuelos cortos en favor del ferrocarril, como parte de un acuerdo de coalición, podría tener un impacto medioambiental marginal, según un informe del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos (COIAE).
El estudio examina la reducción estimada de emisiones de CO2, concluyendo que la medida afectaría solo al 1.07% de las emisiones de la aviación, el 0.21% del sector de transportes y el 0.08% de las emisiones totales.
El informe analiza el puente aéreo Madrid-Barcelona y otras doce rutas aéreas que podrían ser reemplazadas por trenes en menos de tres y cuatro horas.
A pesar de la supresión de vuelos cortos, el COIAE sugiere que esta opción no aborda de manera significativa el desafío medioambiental del calentamiento global.
Además, señala que podría desincentivar la investigación en combustibles sostenibles para la aviación y plantea dudas sobre la sostenibilidad de trayectos en tren que prevalecerían sobre el avión.
Ante estos resultados, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) considera el efecto como “residual” y aboga por medidas más efectivas, como la promoción del uso de combustibles sostenibles y una intermodalidad real entre tren y avión, enfatizando la conexión directa del AVE con los principales aeropuertos.
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