El sector renovable español se muestra escéptico sobre los beneficios de la reforma del mercado europeo de la electricidad propuesta por la Unión Europea.
La reforma incluye un nuevo mecanismo de subasta pública para la compra a largo plazo de electricidad de fuentes sin emisiones de CO2, pero los actores del sector cuestionan si superará a los contratos privados de compra (PPA) en términos de atractivo.
La duda radica en la introducción de un precio máximo, que podría limitar las ganancias en ciertos momentos del día y hacer que no compense el precio mínimo garantizado.
Mientras tanto, el sector nuclear español enfrenta un cierre progresivo, a diferencia de la nuclear francesa, que obtendrá ayudas estatales para su expansión.
La reforma propuesta por la UE ha suscitado incertidumbre en el sector energético español, ya que se cuestiona si los Contratos por Diferencias (CfD) con precio máximo serán más ventajosos que los contratos privados de compra en un mercado donde España lidera.
La decisión sobre las inversiones en energía nuclear dependerá de cada país y su elección de mix energético.
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