Más de 4,3 millones de personas tienen discapacidad en España. Esta es solo la cifra final que se desprende de la Encuesta de discapacidad, autonomía personal y situaciones de dependencia que el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar. Un dato que todavía suena más preocupante si se conoce su representación numérica por cada mil habitantes. Esto es: 94, 9 de ellos tiene algún tipo de discapacidad o, lo que es lo mismo, el número de residentes en hogares españoles que afirma tener algún tipo de limitación ha aumentado en 530.000 desde 2008, último año del que se tenían datos oficiales.
Esta nueva foto de la realidad que viven muchas familias en España parte de una muestra de 67.500 viviendas realizada en 2020, de la que otra de las conclusiones destacadas es que todos los tipos de discapacidad afectan más a las mujeres que a los hombres: 1,81 millones del total son hombres y 2,57 millones mujeres, mientras que, por edad, el 75,4% del colectivo tiene 55 o más años.
En cuanto a los tipos de discapacidad, los problemas de movilidad son los más frecuentes, con una tasa de 54 por mil habitantes. Le siguen los problemas relacionados con la vida doméstica (46,5%) y con el cuidado (31,6%). “Estamos hablando de consecuencias que se han agravado, sin duda, con la covid. La pandemia ha afectado enormemente al colectivo, tal y como revelan los datos del INE”, apuntan desde Cermi Aragón.
Un 14% más en mayores de seis años
La cifra total de las personas que declararon tener algún tipo de discapacidad (4,38 millones de personas) contempla solo a los mayores de dos años, puesto que tal y como argumenta el INE, “el pronóstico de evolución de los menores es incierto”. Así, según el estudio, un total de 106.300 personas de entre 6 y 15 años presentó en 2020 algún tipo de discapacidad (70.300 niños y 36.000 niñas). La relacionada con las dificultades de aprendizaje, aplicación del conocimiento y desarrollo de tareas fue la más frecuente en este grupo de edad (55,9% del total), seguida de los problemas de comunicación (49,8%).
“Son datos alarmantes y preocupantes. Hasta que llegó la pandemia niños y jóvenes vivían en un entorno de no frustración. Desde marzo de 2019, para todos, la vida que hasta entonces conocíamos cambió. Algo difícil de gestionar y más a determinadas edades, lo que ha acrecentado los problemas de salud mental en jóvenes. Hablamos de personas que hasta hacer un par de años no padecían ninguna discapacidad y ahora la están sufriendo”, explica Luis Gonzaga.
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