La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha anunciado que no recurrirá al transporte de agua potable por barcos hacia Barcelona antes de marzo del próximo año.
El director del ACA, Samuel Reyes, señaló que la viabilidad del proyecto depende en gran medida de las condiciones meteorológicas y los esfuerzos para reducir el consumo de agua.
A pesar de la inversión significativa y el costo elevado del plan, estimado en cinco veces más que el suministro habitual, se espera que las obras de adaptación de la infraestructura estén listas en dos o tres meses.
La cantidad de barcos y los detalles logísticos aún no están claros, pero se prevé que Tarragona y Marsella serán las principales fuentes de abastecimiento de agua.
Además, la ACA respalda la aplicación de sanciones a aquellos consumidores que hagan un uso excesivo de agua, y se espera que las penalizaciones comiencen en dos o tres meses, una vez que los municipios hayan ajustado sus ordenanzas municipales con regímenes sancionadores.
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